El ejemplo turco – Un modelo de transición para musulmanes irritados.

14/Mar/2011

El País, Que Pasa, Christopher Torchia

El ejemplo turco – Un modelo de transición para musulmanes irritados.

12-3-2011 CHRISTOPHER TORCHIA , AP
Al estallar el descontento en Egipto hace algunas semanas, otro país musulmán exhortó insistentemente al presidente egipcio Hosni Mubarak a que respondiese a las demandas populares. Ese país fue Turquía.
El llamamiento fue un signo de la creciente estatura de Turquía en Medio Oriente y más allá.
Acosada por un caos económico y político hace tan solo una década, Turquía está asumiendo hoy el papel de modelo regional, mediador y líder, con una economía sólida y una democracia que evoluciona. Ha tratado de generar un equilibrio entre todas las fuerzas que compiten en la región: Oriente y Occidente, Israel e Irán, religión y secularismo.
A medida que se acercan las elecciones de junio, una encuesta de AP-GfK indica que el gobierno turco mantendrá un ritmo de relativo pragmatismo, a pesar de los temores de una exagerada influencia del islamismo en el Estado.
Turquía todavía aspira a ingresar a la Unión Europea, aunque ya no hay tanto entusiasmo como en algún momento. La encuesta reveló que el 52% de los consultados quieren que el país siga en la OTAN y un 50% desea que sea admitido en la UE. Pero un 42% no ve bien a la UE, que considera que las reformas en Turquía avanzan a paso demasiado lento.
“Este sueño de una Europa rosada, que alguna vez fue tan fuerte que hasta los pensadores más opuestos a Occidente secretamente creían en él, se ha desvanecido”, expresó el escritor Orhan Pamuk, premio Nobel de literatura, en un ensayo publicado en The Guardian en diciembre. “Esto tal vez sea porque Turquía no es tan pobre como antes. O porque ya no es una sociedad rural gobernada por el ejército, sino una nación dinámica con una sociedad civil fuerte”.
Un asunto clave es hasta qué punto el Islam va a cambiar una sociedad con una fuerte tradición secular, impuesta por el héroe nacional Mustafa Kemal Ataturk cuando fundó el país en 1923 luego del derrumbe del Imperio Otomano.
El gobierno, por ejemplo, impuso hace poco nuevas restricciones a la venta y la publicidad de alcohol, que está prohibido por el Islam, pero dijo que la medida apunta a proteger a los jóvenes y no fue motivada por consideraciones religiosas.
Han aumentado los canales de televisión proislámicos. Un 85% de los que respondieron a la consulta de AP-GfK dijo que la religión es “importante” o “muy importante“ en su vida.
Un 65%, no obstante, opinó que los líderes religiosos no deben acceder al gobierno. Solo un 17% expresó que sí deberían participar en la conducción del Estado.
Algunos analistas opinan que Turquía, cuyos militares se involucran cada vez menos en la política, podría ser un modelo de transición para Egipto, donde los militares dicen que permanecerán en el gobierno hasta que se realicen elecciones.
El primer ministro Recep Tayyip Erdogan dijo en un discurso el 1° de febrero que su gobierno siempre defendió la democracia y que Egipto debería hacer lo mismo.
“Les pido que escuchen lo que dice su pueblo, sus demandas tan humanas. Acaten la voluntad de la nación sin titubeos”, agregó.
Hay quienes critican a Turquía por su apoyo a Irán, una importante fuente de energía, a pesar de sus malos antecedentes en el terreno de los derechos humanos. En una reciente visita a Irán, no obstante, el presidente turco Abdula Gul exhortó a los gobiernos del Medio Oriente a escuchar las demandas del pueblo.
La democracia turca tiene otras fallas. La minoría kurda es discriminada desde hace tiempo y un 51% de los encuestados dijo que no quiere darle más derechos legales y políticos a los kurdos.
Abundan asimismo las denuncias de abusos policiales, largos períodos de detención sin juicio y el uso de leyes antiterroristas para silenciar a la oposición. La organización Human Rights Watch dijo en enero que “las ambiciones de Turquía en el área de la política exterior se verían fortalecidas si se adoptasen reformas en relación con los derechos humanos“.
La encuesta indica que más de la mitad de la población cree que se puede meter en líos si dice ciertas cosas y no cayó nada bien la investigación que iniciaron las autoridades luego de que algunos aficionados abucheasen al primer ministro durante la inauguración de un estadio de fútbol en Estambul el 15 de enero.
“¿Desde cuándo es un delito abuchear a un primer ministro?“, preguntó Evrim Erdogus, un ingeniero eléctrico de 30 años que planea votar por el principal partido opositor. “No quiero que me hablen de cómo Turquía se está haciendo `democrática“`.
Pese a un alto desempleo, sobre todo entre los jóvenes, se estima que Turquía es lo suficientemente democrática como para no correr el peligro de una rebelión como las de Egipto, Libia y otros países de la zona.
Un consultor de economía, Basar Baltas, dice que el país está sacudiéndose el fantasma del Imperio Otomano, que estaba basado en la fuerza militar. “La idea de una política exterior es nueva para Turquía. Está aprendiendo a formar alianzas y delinear estrategias“, afirmó.
Turquía integra el Grupo de los 20, que nuclea a las principales economías del mundo, y hace poco ocupó una banca temporal en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero no tuvo éxito en una mediación que hizo con Brasil en relación con el programa nuclear iraní, la cual irritó a Washington. También está en el aire su papel como el único aliado musulmán de Israel.