DURBAN III We have a dream

21/Sep/2011

CCIU, Editorial

DURBAN III  We have a dream

Por estos días varios países importantes de occidente han anunciado su no comparecencia a la conferencia Durban III.
Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Francia, República Checa, Italia, Austria, Alemania y Holanda además de Israel.
Esta es la saga de la lamentable distorsión que sufrió la Conferencia Mundial contra el Racismo en Durban 2001, donde multitud de minorías étnicas o religiosas y activistas de derechos humanos de todo el mundo se vieron arrasados por una colosal movida antisemita promovida por los países de la Conferencia Islámica (57 en total), con la aquiescencia del país anfitrión –Sudáfrica-, y la impotencia de los organizadores –la ONU-.
Aquel lamentable espectáculo de una conferencia mundial contra el racismo devenida en festival de racismo se repitió años después en Durban II, y ahora se pretende repetir una vez más.
Es muy penoso para la mayoría de los activistas e instituciones que luchan por los derechos humanos, contra el racismo y contra la discriminación en todas sus formas, ver cómo países para los cuales los derechos humanos no revisten el más mínimo interés –o son incluso despreciados- y donde el racismo y la discriminación son un estilo de vida, son capaces de adueñarse del tema y hacer con él lo que quieren y, al mismo tiempo, desdibujar la institución internacional más importante que fue creada, entre otras cosas, para velar por estos principios.
Es verdad que los afrodescendientes tuvieron un logro que consideraron importante –justamente el de ser reconocidos como tales-, en una lucha que compartimos plenamente. Pero siendo eso menos de lo que esperaban en 2001, a medida que pasan las conferencias y se repite el ritual de la del 2001, sus demandas y las de muchos otros colectivos, también importantes, van quedando marginadas.
WE HAVE A DREAM
En las circunstancias descriptas más arriba y bajo la denominación del subtítulo, un conjunto importante de ONG´s de escala internacional desarrollarán –también en Nueva York-, una conferencia paralela, donde diferentes minorías puedan expresar cabalmente sus problemas y sus demandas. Allí comparecerán importantes personalidades representativas de esas luchas eclipsadas en las conferencias antes mencionadas.
Algunos ejemplos de oradores anunciados son: Rami Nakhleh –activista Sirio; John Dau –sobreviviente del genocidio de Sudán-; Jacqueline Kasha –activista LGTB de Uganda-; Geng He –disidente chino-; Thuy Tran –escritora y activista vietnamita-; Jianli Yang –disidente chino-; Berthe Kayitesi –sobreviviente del genocidio de Rwanda; Luka Biong Deng –ex Ministro de Sudán renunció tras una masacre promovida por el gobierno en su área de residencia, hoy trabaja para Sudán del Sur-; Isabelle Tollet –reportera de France 24 corresponsal en Islamabad-; Rebiya Kadeer –activista uygur, ex prisioinera en China-; Iraj Kamalabadi –activista Bahai-; Adeeb Yousif –activista de Darfur-; Thaun Htung –activista de Burma-; Mariane Pearl –activista de American Woman in Radio and TV-; Irwin Cotler –parlamentario canadiense, ex Ministro de Justicia y Fiscal General de su país-; Grace Kwinjeh –activista de Zimbawe-; Joel Brinkley –periodista estadounidense, premio Pulitzer-; Ahed Al Hendi –disidente sirio-; Bertha Antúnez –activista de género en Cuba-; Dalia Ziada –egipcia, activista de los derechos de la mujer en el Medio Oriente-; Ahmad Batebi –disidente de Irán-; Ngwang Sangdrol –activista por los derechos de los tibetanos; Marina Nemat –autora iraní, ex prisionera del régimen actual de ese país-; Judithe Registre –congoleña, fundadora de Woman for Woman International-; Kim Hye Sook –sobreviviente del Gulag norcoreano-; David Keyes – co-fundador de CyberDissidents.org-; Maran Turner –Directora Ejecutiva de Freedom Now, Sudáfrica-; Nasser Weddady –activista contra la esclavitud en Mauritania, asilada política en EEUU en el 2000, detenida luego del 11/9 por el FBI por su aspecto étnico-.
Deseamos que este sea el embrión de un ámbito internacional de discusión serio y comprometido con las luchas por los derechos humanos, contra el racismo y contra la discriminación en cualquier lugar del planeta, sin excepciones.