El régimen invitará a figuras de la oposición a mantener conversaciones el 10 de julio para trazar el marco de un diálogo nacional
Internacional | 28/06/2011
Amán (Redacción/Agencias).- Un grupo de doscientos intelectuales y activistas sirios en favor de una transición democrática en el país -que desde hace tres meses padece una dura represión militar y policial que ha causado al menos 1.300 muertos entre los opositores que se manifiestan en las calles contra el régimen- han pedido amplios cambios políticos que pongan fin al Gobierno de 41 años de la familia Asad, en una inusual reunión en Damasco aprobada por las autoridades, que están bajo presión en medio de una revuelta popular de tres meses.
El Gobierno también anunció que invitará a figuras de la oposición a mantener conversaciones el 10 de julio para trazar el marco de un diálogo nacional prometido por el presidente Bashar al Asad, con una agenda que podría incluir reformas constitucionales.
En medio de la mayor amenaza para su Gobierno desde que sucedió a su padre hace 11 años, Asad preservó la posibilidad de implementar cambios políticas pero a la vez ordenó reprimir las protestas en todo el país, informa Reuters.
Muchos líderes de la oposición han rechazado el llamamiento a diálogo de Asad por insuficiente y algunos activistas se negaron a participar en la conferencia del lunes, diciendo que podía ser usada por las autoridades mientras continuaban las matanzas y los arrestos masivos.
De todos modos, el encuentro incluyó a detractores declarados de Asad. “La solución a esta crisis tiene que lidiar con sus causas de origen. Este régimen debe ser derrocado y reemplazado por un sistema democrático”, dijo el escritor sirio Michel Kilo, que pasó tres años en la cárcel por razones políticas.
La reunión en un hotel en Damasco también incluyó a algunos simpatizantes del mandatario. Los organizadores del encuentro en la capital dijeron que obtuvieron el permiso de un alto colaborador de Asad.
Reforma constitucional
La reunión del 10 de julio ayudará a lanzar un diálogo que Asad anunció en un discurso la semana pasada. La agencia oficial SANA indicó que la agenda incluirá la negociación de enmiendas constitucionales, como modificaciones a un artículo que coloca al Partido Baath en el centro de la política siria.
“Todas las figuras y fuerzas políticas e intelectuales nacionales” serán invitadas a asistir al encuentro, convocado por un comité liderado por el vicepresidente Farouq al-Shara, informó SANA.
En la conferencia, a la que asistieron 150 personas, algunos oradores adoptaron un tono más suave que los que reclamaron la renuncia de Asad, pero dijeron que deben cumplirse las demandas de las manifestaciones populares después de décadas de sistema autoritario.
El escritor sirio Louay Hussein, que también fue un preso político, aseguró que la represión en las últimas cuatro décadas ha afectado a Siria como un todo y enfatizó que deben hallarse medios pacíficos para satisfacer los reclamos populares.
Monther Khaddam, un académico de la ciudad costera de Latakia, dijo que se necesita un diálogo nacional más amplio, pero que los intelectuales están “detrás de las demandas callejeras hasta el final”.
El economista Aref Dalila, un nombre de peso detrás del encuentro, se retiró a último momento argumentando que no quería participar en una reunión que podía ser aprovechada por las autoridades mientras continuaban las matanzas y los arrestos masivos.
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