Recientemente la población venezolana votó entre varios líderes políticos, a un candidato de la oposición al gobierno del presidente Hugo Chávez. Resultó elegido el Sr. Henrique Capriles Radonsky. Buscando simplemente sus antecedentes personales en wikipedia, se extrae el siguiente resumen:
“Henrique Capriles Radonski nació el 11 de julio de 1972 en Caracas, Venezuela. Su madre, Mónica Cristina Radonski Bochenek, proveniente de una familia judía ruso-polaca, que llegó a Venezuela huyendo de la persecución del Holocausto y de la Segunda Guerra Mundial. Su padre, Henrique Capriles García, descendiente de una familia de judíos sefardíes de Curaçao. Ambas familias están ligadas al sector empresarial y productivo del país, entre los que se cuentan medios de comunicación (Cadena Capriles), industrias, entretenimiento (Cinex), servicios e inmobiliarios.
Se graduó de bachiller en Institutos Educacionales Asociados (IEA), El Peñón en Caracas. Posteriormente cursó estudios de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello, donde obtuvo el título de abogado en 1994 (con 22 años) y continuó la especialización en derecho económico en la misma casa de estudios hasta 1997.”
Posteriormente, en entrevistas que brindó a diversos medios, el candidato mencionado, expresa su fe católica, no desconoce sus orígenes judíos y explica sus objetivos políticos específicos para ganarle mediante el voto, al actual presidente venezolano quien ocupa el cargo hace trece años y pretende continuar ejerciéndolo.
Lo antes expuesto es un tema venezolano con el cual el Comité Central Israelita del Uruguay no tiene relación. Será una contienda electoral que resolverá el pueblo venezolano a su propio entender.
Lo que provoca nuestro Editorial, es lo que aparece como respuesta oficial del Gobierno Bolivariano de Venezuela, a través de su Ministerio de Poder Popular para la Comunicación e Información. Citamos la fuente y el texto para quien decida leerlo. Expresamente no lo reproduciremos, por sus afirmaciones demasiado falsas e insultantes, profundamente judeofóbicas. Describe conceptos y expresiones antisemitas típicas de la Alemania nacional socialista en la década de 1930 y de toda manifestación acorde al nazismo.
http://www.rnv.gob.ve/noticias/index.php?act=ST&f=15&t=176836
Para comentar dicha respuesta, acudimos a dos pensadores y nos apoyaremos en sus textos: LA NUEVA JUDEOFOBIA- Israel y los judíos: desinformación y antisemitismo. Pierre-André Taguieff, Editorial Gedisa, Barcelona 2009; y ENSAYOS SOBRE LA PROPAGANDA FASCISTA, Psicoanálisis del Antisemitismo. Theodor W. Adorno, Editorial Paradiso Voces y Cultura, Buenos Aires 2005.
De Taguieff extraemos las siguientes reflexiones:”Casi a diario vemos en la prensa y la televisión noticias referentes a actos de violencia cometidos en relación con el trágico y cruel conflicto entre israelíes y palestinos. El discurso de ciertos fundamentalistas islámicos de gran influencia, convierte este conflicto, en el núcleo de una ‘conspiración judía mundial’.
Esta argumentación fundamentalista contribuye a extender sutilmente una nueva judeofobia, donde se comienza a observar una inquietante combinación de actitudes pro islámicas, con un antisemitismo ancestral y aún vivo.
Resulta alarmante que la prensa, la televisión, los partidos políticos o los intelectuales apenas protesten. Al contrario, algunos medios de comunicación fomentan esta judeofobia con titulares tendenciosos que funden las nociones de “judío”, “israelí” y “sionista” en una delirante amalgama”.
Del ensayo de Adorno, presentamos las siguientes reflexiones:
“Que el fascismo sobreviva y que haya degenerado en su propia caricatura, se debe a que los presupuestos sociales objetivos que propiciaron el fascismo, todavía persisten. No se debe suponer que el antisemitismo sea un fenómeno aislado y específico, forma parte de un “ticket”, es una tabla más en una plataforma.
Allí donde se predica un determinado tipo de nacionalismo militante y excesivo, se suministra automáticamente el antisemitismo. Hay que ocuparse de estas cosas, es importante dirigir la atención cuando se observa la supervivencia del antisemitismo fascista.
El antisemitismo es “un medio de comunicación de masas”; se funda en conflictos inclinaciones y tendencias que amplifica y manipula”.
La propaganda oficial venezolana y los discursos de su presidente, resumen en forma grotesca, los rasgos más violentos y primitivos de esta discriminación milenaria. Peor aún, cuando aparece sumado a sus vínculos hermanados con el régimen islámico integrista iraní.
No existe ni la más remota vinculación del anti sionismo y antisemitismo de su gobierno, con los problemas sociales, económicos o naturales como cualquier país, que pueda tener Venezuela.
Theodor Adorno vivió del 1903 al 1969 y no conoció el mundo globalizado e interconectado mediante Internet, mas nos ha dejado un legado de actitud ante su predicción vigente: La lucha contra estos fenómenos de manipulación perversa de masas, que como citamos anteriormente, hoy día amalgaman lo judío, israelí y sionista en una misma infamia, que genera odio y mentiras diseminándolo entre la población.
Eso sí tiene que ver con el Comité Central Israelita del Uruguay.
Porque combatimos la discriminación y el antisemitismo. Porque nos solidarizamos con el dolor, el agravio recibido y el razonable temor de nuestros hermanos judíos venezolanos. Porque es el deber de toda persona, judía o no, combatir estos flagelos que se esparcen como una metástasis en todos los ámbitos, hoy globalizados, en contra de minorías estigmatizadas y amenazadas por las mentes exaltadas de líderes que hacen daños enormes no solo a sus sociedades, sino a la humanidad toda.
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