“Dejad salir a mi pueblo”. Un pesaj agridulce…

22/Abr/2024

Por Lic. Rafael Winter (Rufo), para CCIU

Por Lic. Rafael Winter (Rufo), para CCIU

En este Pesaj tan particular, nuestro colaborador habitual, el Lic. Rufo Winter nos deja su visión sobre lo que considera “un pésaj agridulce”. “Celebramos la antigua libertad de nuestro pueblo de la esclavitud egipcia, y el mensaje de la libertad debe ser eterno. Pero al día de hoy, hay aun 133 rehenes nuestros que están en las mazmorras de Hamas en condiciones infra humanas, en condiciones de esclavitud.”

“En todas las generaciones se levantan contra nosotros hombres con el intento de exterminarnos…” (Hagadá de Pesaj)

 Estamos a pocas horas del comienzo de un nuevo Pesaj: la festividad de la libertad.

En recuerdo del Éxodo de Egipto…

Hoy lunes, cuando a la nochecita aparezcan tres estrellas en el cielo, habrá de comenzar.

Como sabemos, se extiende por 7 días en Israel tal como lo indica la Torá y en la diáspora se agrega un día más.

Un Pesaj agridulce expresamos, por razones que son obvias.

Celebramos la antigua libertad de nuestro pueblo de la esclavitud egipcia, y el mensaje de la libertad debe ser eterno.

Pero al día de hoy, hay aun 133 rehenes nuestros que están en las mazmorras de Hamas en condiciones infra humanas, en condiciones de esclavitud.

¿Cómo podemos celebrar con alegría?

Pesaj es seguramente una de las festividades más familiares, sino la más.

Pero centenares de familias no podrán celebrar como siempre, ya sea porque algunos de sus integrantes han sido asesinados por los terroristas, ya sea porque otros familiares o amigos se encuentran secuestrados.

Por todo lo antedicho hoy es difícil “celebrar”.

Quizás la expresión más apropiada sea “conmemorar”…

¿Las cuatro preguntas del Ma Nishtana serán las mismas? ¿Se agregará alguna? ¡Seguramente!

¿Tendrá respuesta?…

¿Podemos cantar las canciones de Pesaj con la alegría de siempre?

En la Hagadá de Pesaj agradecemos por milagros (las 10 plagas, la partición del Mar Rojo).

Pero a raíz de los hechos de notoriedad -van 200 interminables días y no se ve el final- ¿podemos agradecer por milagros o más bien debemos pedir por un nuevo milagro?

Es cierto: a lo largo de la dramática historia del pueblo judío ya hemos pasado en Pesaj por otras situaciones terribles, por nombrar solamente algunas: Cruzadas, Inquisición, persecuciones y expulsiones medievales, pogroms, Shoah y en dichas tragedias -la peor de las cuales la Shoah- igualmente nuestros antepasados se las “ingeniaron” para de alguna manera, “celebrar” Pesaj, más allá de las horribles condiciones en las que se encontraban.

Pero claro: al ser contemporáneos del horror que comenzó el 7 de octubre, lo que está ocurriendo a partir de aquel nefasto día nos toca aun más de cerca. Porque lo estamos “viviendo” diariamente. Aunque el “epicentro” de la guerra sea Israel…

Y en este contexto, cada familia en Israel y en la diáspora seguramente y de la forma en que lo considere, recordará a los rehenes y pedirá por su inmediata liberación.

Más allá del estado de ánimo disminuido… ¡es Pesaj!

La mesa del Seder: los símbolos variados, ya sean los de esclavitud (Maror) como los de la libertad (Matzá).

La clásica y milenaria matzá…

Aunque quizás en este Seder predominen los símbolos de esclavitud…

Las 4 copas de vino; la Copa del Profeta Elías…

Como siempre, en determinado momento del Seder abriremos la puerta aguardando “su llegada”…

Las 4 preguntas del Ma Nishtana (¿Cuatro?: esta vez seguramente serán mas) y todo a traves del relato de la rica y milenaria Hagadá.

Y el Afikoman para los niños…

Los 4 hijos de la Hagadá (sabio-rebelde-simple y el que no sabe preguntar) que quizás esta vez sean cinco…

El 5to hijo: el que no está… pero lo tenemos MUY presente!!

Por encima de todo, enfatizar el clásico fragmento de la Hagadá que dice:

“En cada generación cada uno debe verse a si mismo como si él mismo hubiese salido de Egipto…y le contarás a tu hijo…”

 De esto último y NO de los enemigos depende por sobre todo la continuidad de nuestro pueblo.

Y en este Pesaj habrá mucho más para contarle…

JAG… SAMEAJ!