David Fremd ZL”, a cinco años de la tragedia

08/Mar/2021

Por Esc. José Luis Piczenik, para CCIU

Por Esc. José Luis Piczenik, para CCIU

Un 8 de marzo como el de hoy, hace 5 años, el antisemitismo criminal cobraba una víctima en la generalmente tranquila Paysandú, en el litoral del río Uruguay. Un maestro convertido al Islam, asesinó a David Fremd (Z’L), uruguayo, sanducero y judío. Artículo del Esc. José Luis Piczenik, para CCIU.

El 8 de marzo de 2016 el país amanecía bajo un día cálido con temperatura agradable y preparado para la conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer. Actos y encuentros alusivos se esperaban para esa jornada. También era noticia un nuevo aniversario del nacimiento de la gran poetisa Juana de Ibarbourou. Tabaré Vázquez se reunía con distintos líderes políticos a fin de resolver la hoja de ruta sobre la probable existencia de petróleo en el país y su ente regulador Ancap proponía un nuevo directorio.

Las cadenas internacionales anunciaban como noticia central la posición de las Naciones Unidas respecto al plan del gobierno de Turquía para ingresar refugiados de manera legal en la Unión Europea. En Medio Oriente, Israel se sacudía con el apuñalamiento que sufrían trece personas en la ciudad de Tel Aviv a manos de un terrorista islámico y en los Estados Unidos, el precandidato a presidente Donald Trump conseguía importantes victorias en los estados de  Mississippi, Michigan y Hawai en procura de su camino a la Casa Blanca.

En materia policial, se informaba un nuevo homicidio, en este caso en la ciudad de Trinidad, que sorprendía a sus habitantes. Pocos minutos pasadas las 15 horas, un nuevo hecho de sangre se instalaba en los órganos de prensa. En esta ocasión los hechos tenían como epicentro la capital del departamento de Paysandú. En la ciudad sanducera, un comerciante local había sido herido gravemente con un arma blanca y el agresor había huido. Todo hacía pensar que el móvil de esta noticia era una nueva rapiña; sin dudas la inseguridad había llegado al interior del país en una progresión geométrica que nos preocupaba a todos.

Con el pasaje de los minutos, esa información cuyo móvil no estaba claro, dejaba aparentar que el objetivo no era el económico sino el ideológico o religiosa. La víctima fallecía pocas horas después en un nosocomio local y se la identificaba como un comerciante judío del Departamento. El asesino había sido detenido en las calles de la ciudad y se autoproclamaba como autor del hecho bajo el nombre de Abdullah Omar, admitiendo ser un “instrumento de Ala” en ocasión de cometer el asesinato.

La víctima era David Fremd ZL”, un hombre absolutamente consustanciado con el judaísmo, mentor y precursor de las instituciones judías de la ciudad y profundamente respetado y querido por todo el pueblo sanducero.

La judeofobia. La irracionalidad, el resentimiento, la ignorancia, el racismo, el odio, la prepotencia, el fundamentalismo, el más ruin de los sentimientos, se había instalado una vez más en el planeta, en esta ocasión en una ciudad del interior uruguayo. El antisemitismo no tiene lugar o momento determinado, emerge a la superficie bajo dos condiciones fundamentales, el odio irracional de su gestor y la condición judía de su víctima.

El autor se movilizo con idénticas motivaciones que los responsables de la Semana Trágica en la República Argentina en 1919, el atentado contra la sede de Jabad Lubavitch en Pakistán en 2008, el saqueo a la Sinagoga de Caracas en 2009, la muerte de 4 personas en una escuela judía de Toulouse en Francia en el año 2012, el vandálico ataque a la guardería judía de Volgogrado en Rusia en 2013 y muchas decenas más, imposibles de enumerar. Todos tienen una misma meta y una misma víctima, un mismo odio y discriminación, el tiempo y espacio cambia, la determinación permanece.

En esta ocasión, el querido David fue el objetivo. Pero el hecho, no dejo trunco el mensaje de David, porque hay determinadas personas que nunca desaparecen. Los humildes, solidarios, fraternos, sencillos, queridos como era David no nos dejan, por el contrario siempre estarán en nosotros a través de su palabra, de su gesto, de su consejo, de su recuerdo, básicamente de su actitud frente a la vida.

El pueblo judío tiene en su genética la construcción de la memoria. Hoy recordamos a David en el entendido que siempre estaremos junto a sus ideales y que su lucha, su pertenencia y su respeto por los valores familiares judíos no fueron en vano, sus valores permanecerán impertérritos en quienes lo conocimos y lo respetamos. El pueblo judío guarda en su recuerdo a cada uno de los mártires que en este mundo entregaron su vida por el ideal comunitario. Cada uno de ellos ilumina y compone parte fundamental de la continuidad.

Nuestro compromiso es desterrar el antisemitismo que acompaña a la humanidad desde hace siglos, mutando sus procedimientos pero permaneciendo en sus manifestaciones. El aumento de este sentimiento de intolerancia margina a la especie humana de una consideración racional, mancha en forma permanente la dignidad de quienes lo ejercitan.

El antisemitismo es una semilla que germina en determinados momentos históricos. El “regarlo” puede llevar a estadios institucionales que confronten con la paz ciudadana que la mayoría de los pobladores de la tierra quiere y exige. A las autoridades gubernamentales les cabe entonces velar por el mantenimiento de los principios republicanos sancionando a estas minorías que empañan la imagen de un país a través del odio a una comunidad que mucho hizo y seguirá haciendo por la humanidad.

La desaparición de dicho fenómeno debe ser la lucha de cada uno de nosotros en su diario vivir y las herramientas fundamentales para ello son: la difusión y el conocimiento de los más caros valores éticos que pregona el judaísmo y el legado cultural que ha aportado a la humanidad en todas sus manifestaciones.

Gracias por tu legado David ZL”, siempre te recordaremos