Tras el ataque con cohetes de Hezbolá en el norte de Israel, el gobierno israelí respondió haciendo que el combate entre este y el Líbano se intensifique. Con ese contexto latente, El Observador habló con Michal Hershkovitz, la embajadora de Israel en Uruguay.
Los misiles van, los cohetes vienen. Los ataques cruzan fronteras. Sobre todo, desde el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo terrorista Hamás atacó directamente a la población israelí. Pero el catalizador más reciente de los ataques en el Líbano y en el norte de Israel tienen que ver con un ataque el domingo pasado por parte de Hezbolá.
Una declaración de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dice que fueron disparados al menos 35 cohetes desde el Líbano hacia Israel y que se identificaron varios impactos. En respuesta, el FDI agregó que se han atacado 1.300 objetivos de Hezbolá en el Líbano en las últimas 24 horas, habiendo destruido misiles de crucero, cohetes y drones áreas civiles.
“Un país tiene el derecho de defenderse y así lo vemos”, dice Michal Hershkovitz, la embajadora de Israel en Uruguay en entrevista con El Observador Uruguay.
Actualmente, Hezbolá es de las fuerzas más poderosas del Líbano. No solamente tiene influencia política allí, sino que además tiene mayor fuerza militar que el propio ejército del Líbano. Se lo ha llamado, incluso, un “Estado dentro de un Estado”. La mayor parte de su apoyo se encuentra entre la comunidad chiita de Líbano, donde han aportado escuelas y hospitales, pero parte de su apoyo está vinculado al movimiento de resistencia contra Israel.
Sin embargo, dentro del Líbano, Hezbolá también enfrenta una importante oposición. Parte de la comunidad sunita (junto con sectores de la comunidad cristiana y drusa), que es similar en tamaño a la chiita, ven a Hezbolá como una fuerza desestabilizadora.
La entrada de Hezbolá al conflicto es, según el grupo, un acto de solidaridad para con los palestinos en Gaza, donde se está librando la pelea entre Hamás e Israel desde aquel sangriento 7 de octubre.
No solo se cree que la confrontación creciente entre Israel y Líbano pueda significar que la población libanesa pague un precio alto, sino que además se ha comenzado a hablar de la escalada bélica del Medio Oriente como región, en general.
En el contexto de los recientes acontecimientos bélicos en Medio Oriente, protagonizados tanto por Hezbolá como por Israel, El Observador Uruguay estuvo en diálogo con Michal Hershkovitz al respecto del conflicto bélico.
El día de ayer ha sido llamado el más mortales del conflicto entre Israel y Hezbolá desde 2006, ¿cuál es la posición de Israel sobre la guerra en curso? ¿Por qué seguir?
Ayer Hezbolá lanzó un ataque a gran escala a los centros de población civil en Israel. Israel está actualmente bajo una gran ataque desde el norte. Este ataque ha estado sucediendo desde el 8 de octubre. Desde entonces, Hezbolá ha estado disparando cohetes y misiles y UAVs (vehículo aéreo no tripulado). Miles de ellos, miles de ellos. Más de 8.000 cohetes, más de 900 misiles, cientos de UAVs. Intentos de infiltrar a Israel. Ha venido todo de Hezbolá.
Más de 70.000 israelíes en el norte no pueden vivir en sus casas. Huyeron de sus casas, muchas de ellas no son más habitables, están completamente destruidas, no tienen dónde volver. Esta situación no puede continuar. Nuestros civiles tienen el derecho de dormir en sus casas a la noche. Este es un deseo básico de un ciudadano, de un país. El Estado de Israel tiene la responsabilidad de detener todas las atrocidades de Hezbolá. Israel está constantemente defendiendo a sus ciudadanos y seguirá haciéndolo, como cualquier otro país lo haría.
Hay muchas estrategias que puede tomar un país para defenderse. ¿Cuál ha sido la estrategia que ha tomado Israel, no solo contra Hezbolá?
Cada acción que se toma se toma con el total cumplimiento de la ley internacional. Es importante declarar esto. Cada acción se examina. Por ejemplo, podemos hablar de las últimas acciones en el Líbano. Hemos descubierto que Hezbolá, esto es algo que han hecho durante años, ha puesto en casas de personas misiles de largo alcance, UAVs, estaciones móviles de lanzamiento. Las han escondido adentro de una habitación, o en una casa. De un momento a otro pueden rellenarlos y usarlos.
La estrategia del ejército contra esta actividad es tratar de que las personas se desplacen de estas casas o cerca de esta localidad. La Armada Israelita dispara en una localidad específica donde sabemos que existen misiles. En los videos que estoy segura de que se ha visto, hay explosiones secundarias que demuestran la existencia de armas allí, de explosivos en ese lugar.
Después la población puede volver a ese lugar y seguir viviendo ahí. No hay evacuación, o no hay un llamado a evacuar al menos. Las estrategias van cambiando de localidad en localidad, y según la necesidad, pero siempre estamos apuntando a objetivos militares y nos estamos comportando según la norma internacional.
Uno de los candidatos a la presidencia de Uruguay, Yamandú Orsi, citó a un autor uruguayo durante una entrevista y dijo estar de acuerdo con el postulado de que “toda guerra es un crimen”. ¿Cuándo se puede justificar la guerra, o un ataque, sobre otro país? ¿Qué respondería a eso?
No es un tema de respuesta de Israel, hay una definición internacional de qué son crímenes y qué no lo son. Un país tiene el derecho de defenderse y así lo vemos. No empezamos la guerra del 7 de octubre y no empezamos la guerra contra Hezbolá, que decidió un 8 de octubre unirse y unir la fe de Líbano junto con la fe de Gaza. Israel, desde el principio, dijo que no está buscando una guerra a nivel total, no está buscando una escalada. Nosotros estamos luchando por la paz.
Como dije, nosotros estamos luchando por que la gente de Israel pueda dormir en paz en sus casas. Eso es todo. Una vez que lo tengamos en el norte, en Gaza, la guerra se detendrá. No hay deseo de Israel de continuar con esta guerra. Estamos completamente comprometidos a un acuerdo en Gaza. Estamos completamente comprometidos a encontrar una salida que permitirá a la gente de Israel tener seguridad de vuelta.
Existe el temor de que se produzca un conflicto regional total en Oriente Medio. ¿Es posible que el conflicto crezca hasta ese nivel?
La forma en que nosotros lo vemos es que el que está detrás de todas estas actividades, las de Hamás, Hezbolá, Houthis en Yemen, y las milicias en Siria y Irak, todos los que están disparando contra el Estado de Israel, es Irán. Irán es un estado terrorista que está detrás de todas estas organizaciones. Irán está posando la mayor amenaza para la estabilidad del Medio Oriente, pero no solo el Medio Oriente, también contra Ucrania, mientras envían misiles de tierra a tierra para ser usados en la guerra contra la Ucrania.
Están desestabilizando la situación en Europa y en Latinoamérica se puede ver su presencia también a través de sus proxies y por ellos mismos. ¿Irán tomará acciones y llevará todo un poco más allá? Irán ya ha dado varios pasos. También ha actuado sin los escudos de sus proxies, directamente y a través de sus proxies. Esperamos que la comunidad internacional se encargue de poner presión contra este país para detener su agresión.
Estados Unidos, el Reino Unido y otros aliados (y críticos) de Israel creen que la única esperanza de enfriar la crisis es lograr un alto el fuego en Gaza. ¿Está esa posibilidad en el horizonte?
Eso es lo que realmente espero. Eso es lo que realmente esperamos. Desde el principio, los objetivos de Israel frente a Hamás no han cambiado. Estamos pidiendo dos cosas. Que Hamás sea desmilitarizado, que sus capacidades militares no existan, que el 7 de octubre no suceda de nuevo. Y que todos los rehenes israelíes vuelvan a casa. Hasta ahora, todavía hay 101 rehenes en manos de Hamás en Gaza, y pedimos que todos ellos vuelvan a casa. Eso es todo. Una vez que esto se cumpla, todo terminará en ese mismo minuto, al menos desde el lado israelí.
Los analistas internacionales dicen que es difícil que cualquiera de las partes dé marcha atrás. ¿Porqué es eso? ¿Qué se puede perder si uno u otro retrocede?
No veo a la sociedad israelí, ni a ninguna sociedad, que vaya desistir con la vuelta de los rehenes. Personas que personas que el 7 de octubre estaban durmiendo en sus casas, a salvo, o que creían que lo estaban, y terroristas entraron en sus casas, los asesinaron, los violaron, los golpearon, los quemaron, los asesinaron en Gaza.
Esto es algo que Israel y creo que cualquier sociedad no puede aceptar. Creo que ninguna sociedad puede aceptar que la gente vaya a dormir sabiendo que un misil puede venir a su casa durante la noche. La seguridad debe ser restaurada. Es una demanda básica de un país y debemos lograrlo para que se termine este conflicto, es algo a lo que aspiramos. Nunca nos olvidaremos de la diplomacia, nunca nos olvidaremos de la posibilidad de alcanzar acuerdos. Siempre estaremos ahí y estamos muy comprometidos a ello.
Sos embajadora de Israel en Uruguay. ¿De qué maneras ha apoyado Uruguay a Israel en los últimos años?
Tenemos excelentes relaciones con Uruguay. Fue uno de los países que abogó por el establecimiento del Estado de Israel. Así que las relaciones van a un largo camino hacia atrás. Tenemos una comunidad judía floreciente aquí y una comunidad uruguaya en Israel. Esta es la base para nuestra relación.
Desde el comienzo de la guerra, casi un año atrás, Uruguay se ha quedado al lado de Israel. Primero, el 7 de octubre, con el apoyo que se dio aquí en Uruguay. Desde entonces, es claro que Uruguay no olvida la responsabilidad de Hamás y ve la actividad terrorista que ha sucedido contra el Estado de Israel. Uruguay opone estas acciones terroristas, en apoyo a Israel.
¿Cómo es recibir noticias de guerra de familiares, amigos o de los israelíes todos los días?
Esta guerra está afectando a cada una de las personas en Israel, ya sean personas cercanas a la frontera con Gaza o a la frontera con Líbano. Desde ayer, Hezbolá amplió el rango de sus misiles para incluir a más de medio millón de israelíes en el rango. Significa que hoy, por primera vez desde la guerra hubo sirenas en el centro de Haifa, una de las ciudades más grandes de Israel.
Pero también mi amigos, mi familia, y la gente de Israel que viven en el centro, en Tel Aviv y en estas áreas, estuvieron en estrés durante el año pasado, sin pausa, porque las sirenas también suenan en estas áreas de vez en cuando. Con esta escalada reciente de Hezbolá, hay miedo de que vaya aún más lejos. La situación es muy estresante y no es lo que el pueblo de Israel quiere.