¿Cómo fue posible que en
Argentina, cuya Constitución asegura los beneficios de la libertad para todos
los hombres del mundo que quieran habitar su suelo, y que ha sido un ejemplo de
integración multicultural y religiosa tras sus sucesivas corrientes
inmigratorias, hayan pasado estas cosas?
:
1876 – LA NACIÓN – Durante 15 años “LA NACIÓN” publica
una serie de artículos que se oponen a la colonización agrícola judía. A pesar
de esa campaña, en 1881, bajo la presidencia de Julio A. Roca, se firma el Decreto N° 12.011 para promover la inmigración
israelita del Imperio ruso hacia la Argentina y 1889 se señala como el año en
que comenzó la colonización judía en la Argentina.
1886 – El Presidente de
la Nación Domingo F. Sarmiento, sostiene que “el pueblo judío esparcido
por toda la tierra, ejerciendo y acumulando millones, rechazando la patria en
que nacen y mueren… se cree escogido y carece del sentimiento humano, de amor
al prójimo, de amor a la tierra,… ¡Fuera la raza semítica!”.
1891 – Se publica la
novela antisemita “LA BOLSA”, de Julián Martel responsabilizando a
los financistas judíos de la crisis económica por la que atravesaba Argentina, introduciendo con ofensas,
insultos y calumnias una corriente de
antisemitismo que continuarán escritores posteriores.
1910 – EL PRIMER POGROMO
ANTIJUDÍO, la noche del 14 al 15 de mayo: siguiendo un asalto a mansalva contra
los “portadores de ideas avanzadas” –
trabajadores progresistas, socialistas, anarquistas, que eran según los
provocadores “todos agresores y “todos judíos” – las turbas se
ensañaron con sedes de instituciones y hogares judíos. El antisemitismo juega
así a dos puntas: la clase media identifica al judío con el capital
internacional; para la alta aristocracia criolla los judíos son los culpables
de la agitación obrera.
1919 – LA SEMANA TRÁGICA – 6 – 13 enero 1919: Sobre el
trasfondo de una aguda crisis económica social, que desata agresión y muerte
contra los trabajadores, centenares de judíos volvieron a vivir en suelo
argentino el pogromo que creían haber dejado junto a las cenizas de sus hogares
en Europa. Pero esta vez se organizan y se defienden.
1933 – Atentados contra sinagogas, bombas de
alquitrán y pintura roja – Carlos M. Grümberg
escribe:
“Voy a la sinagoga cuya limpia fachada
ha sido alquitranada
por el racismo en boga.
Llegaré al edificio apreciaré el perjuicio
causado al frontispicio y más al suelo patrio…”
1938 – El gobierno del presidente Roberto M. Ortiz,
a través de una circular secreta firmada por el canciller radical José María
Cantilo, ordenó «a cónsules argentinos en Europa negar visados a “indeseables o
expulsados”, lo cual afectó a los amenazados ciudadanos judíos de ese
continente».
1957 – TACUARA:
Organización política de ultraderecha argentina, que actuó entre 1955 y 1965
utilizando el terrorismo. Defendía un
ideario de corte fuertemente nacionalista, católico, fascista, anticomunista,
antisemita y antidemocrático. Sostenían la existencia de conspiraciones judías
internacionales para dominar el mundo. El secuestro en Argentina del criminal
de guerra nazi Adolf Eichmann, aumentó la ola antisemita de Tacuara. El pico mayor fue el 17 de agosto de 1960,
cuando tacuaras del Colegio Nacional Sarmiento atacaron a sus compañeros judíos
e hirieron de un tiro a Edgardo Trilnik, de 15 años, durante el acto de
homenaje a San Martín. Le siguieron interminables meses de bombas – de las
explosivas y las de alquitrán – contra sinagogas, colegios e instituciones
judías, cientos de pintadas, volanteadas
y amenazas.
1962 – Caso GRACIELA
SIROTA, 21 de junio: La joven de 19 años fue golpeada, secuestrada cuando
esperaba el colectivo para ir a la facultad y torturada groseramente con
quemaduras de cigarrillos por todo el cuerpo. Para terminar, le grabaron con
una navaja una esvástica en el pecho.
1962 – La Liga Árabe se
instaló en la Argentina para comenzar
una campaña publicitaria de hostigamiento contra Israel y el sionismo. Para
ello establece una alianza con Tacuara y la Guardia Restauradora Nacionalista
(GRN), subsidiando sus estructuras y actividades. Era el puente introductor de la idea de que “la lucha
de los Tacuara argentinos era la de los árabes”.
1964 – ASESINATO: como
venganza por la muerte de dos militantes sindicales durante el Plenario de la
CGT en Rosario, fue asesinado en la puerta de su casa RAUL ALTERMAN, un joven
militante judío de izquierda. Luego escribieron a sus padres: “Nadie mata
porque sí nomás; a su hijo lo han matado porque era un perro judío comunista.
Si no están conformes, que se retiren todos los perros y explotadores judíos a
su Judea natal ¿Qué hacen en nuestro país?”.
1976 –
“DESAPARECIDOS por la DICTADURA ARGENTINA” es el nombre con que se
conoce a las víctimas de los crímenes durante el gobierno militar de la
Argentina (1976-1983). Grupos defensores de los derechos humanos
afirman que hubo 30,000 desaparecidos, 2,000 de ellos judíos (7%). “El ser
judío significó que los captores aplicaran mayor ferocidad en las torturas, en
su condición de prisionero y en la decisión de su muerte”.
1992 – ATENTADO contra la
Embajada de Israel – 17 de marzo – Eran las 14:47 cuando un coche bomba explota
y destruye la embajada y alrededores dejando 29 muertos (de ellos 9 judíos, de
ellos 4 israelíes) y 242 heridos, además de severos daños materiales. Entre las
víctimas fatales (8 extranjeros, 21 argentinos) se encontraban diplomáticos,
personal civil de la embajada, obreros que realizaban refacciones, transeúntes,
vecinos, pensionadas del Hogar San Francisco de Asís y el Presbítero de la
Parroquia Mater Admirabilis Padre Juan Carlos Brumana q.e.p.d.
Aún impune. Sin juicio,
sin castigo.
1994 – ATENTADO contra el edificio de la AMIA
– 18 de julio – Eran las 9:53 cuando una bomba destruyó la AMIA (Asociación
Mutual Israelita Argentina), en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires, la Capital de la República Argentina. Como consecuencia 86 personas murieron y más de 300 resultaron
heridas. El atentado terrorista más sangriento de la historia de América
Latina. “La bomba que mató a la muerte”, diría el poeta. El mundo se
detuvo. La vida se detuvo. Una escena de horror sembrada de muertos y heridos.
Escombros que sepultaron cuerpos, sueños y esperanzas. Caminantes que
detuvieron su marcha para siempre.
Aún impune. Los
criminales siguen libres.
2014 – Junio: El juez
Ariel Lijo le otorgó la personería jurídico-política definitiva al partido nazi
porteño. Se llama “Bandera Vecinal” y el histórico dirigente
nacionalsocialista, Alejandro Biondini (p), es su máximo referente quien
volverá, seguramente, a insistir con instalar el nacionalsocialismo en la política porteña.
Frases como “discriminar es un acto de inteligencia” o la utilización del
característico saludo hitleriano, son gestos que pintan de cuerpo entero a este
personaje. Según informa un comunicado partidario, la institución cuenta con
más de 4.000 afiliados y ya ha realizado elecciones internas.
