Colectividad judía presente en acto de beatificación de Jacinto Vera

08/May/2023

El pasado sábado 6 de mayo se realizó la beatificación del primer Obispo de Montevideo, Monseñor Jacinto Vera, y la colectividad judía uruguaya dijo presente en la persona de Roby Schindler, Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, quien fue recibido por el Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo. El evento se desarrolló en el Estadio Centenario.

En el acto, organizado por la Iglesia Católica, estuvo presente el Presidente de la República Dr. Luis Lacalle Pou, con otras autoridades nacionales y de la sociedad civil.

Para el CCIU es fundamental estar presente en este tipo de eventos que no hacen más que reafirmar las buenas relaciones que debemos mantener con otras comunidades religiosas y con la sociedad civil en general.

Roby Schindler destacó de este acto: “Para mí, lo que viví en el estadio, deja en claro que no estamos equivocados los que queremos seguir trabajando tendiendo puentes, yendo a eventos y actos a los que se invita a representantes de la colectividad judía. Hay que estar siempre, y si podemos ser muchos más, MEJOR! Es importantísimo seguir trabajando en la línea de apertura. Creo que es una forma de brindarse. Y no tengo dudas: cuanto uno más da, más recibe”.

Conozcamos más sobre Jacinto Vera (fuente: Iglesia Católica de Montevideo)

Don Jacinto Vera nació el 3 de julio de 1813 en un barco, en el Océano Atlántico, frente a las costas de Brasil, cuando su familia se dirigía a Uruguay desde las Islas Canarias. De joven trabajó en el campo con los suyos, en Maldonado y en Toledo. Descubrió su vocación a los 19 años. Incorporado al ejército fue licenciado por el Gral. Oribe para que pudiera continuar sus estudios sacerdotales. A falta de formación en Uruguay, se trasladó a Buenos Aires para estudiar. Celebró allí su primera misa, el 6 de junio de 1841.

Teniente cura y luego párroco de la Villa de Guadalupe de Canelones durante 17 años. Fue nombrado vicario apostólico del Uruguay el 4 de octubre de 1859; consagrado obispo en la Iglesia Matriz de Montevideo el 16 de julio de 1865. Participó del Concilio Vaticano I en 1870. Primer obispo de Montevideo desde el 13 de julio de 1878.

Murió durante una misión que realizaba en Pan de Azúcar, el 6 de mayo de 1881. En su sepelio un joven Juan Zorrilla de San Martín resumió el sentir de muchos: “… las lágrimas en este momento inundan mi alma y el alma del pueblo uruguayo, enlutado y consternado… ¡Padre! ¡Maestro! ¡Amigo! … Señores, hermanos, pueblo uruguayo: el santo ha muerto.”

Se realizó una suscripción popular para erigirle el monumento fúnebre donde reposan sus restos en la catedral de Montevideo. En poco tiempo se reunió el dinero necesario y el monumento se inauguró el 10 de diciembre de 1883 con el primer aniversario de su muerte. La consigna fue que todos pusieran lo mismo: un céntimo; para que así pobres y ricos pudieran participar del mismo modo.