La tibieza de las corrientes europeístas facilita la forja de un frente extremista antieuropeo
Hay motivos de alarma. Los partidos populistas o radicales de derechas no dejan de señalar a “enemigos” exteriores, ya se trate del islam en su conjunto o de las “oleadas imparables de inmigrantes” a las que se refiere el holandés Geert Wilders, líder del partido antimusulmán de su país. El agitar tales ideas viene de lejos, pero su mediática reunión del miércoles con la ultraderechista francesa Marine Le Pen corrobora el salto político que pretenden dar…