Tanto el Comité Central Israelita como la B’nai B’rith, organizaciones que representan a la colectividad judía en Uruguay, manifestaron su preocupación por estos mensajes y acusan al canciller Luis Almagro de fomentar con sus declaraciones el sentimiento antisemita en la sociedad.
En Europa y no solo en Europa resuena en las calles el viejo grito que consternó a Theodor Herzl en la época del Proceso Dreyfus: “MortauxJuifs”. Fue el motivo que lo llevó a fundar el sionismo político.
El antisemitismo es el racismo rastrero disfrazado de antropología, es el totalitarismo con ínfulas liberales, es el miedo más primario vuelto discurso y consigna. Tiene mil disfraces, identidades falsas y nombres de fantasía. Para muchos suele ser apenas una pose elegante, hasta que decide apurar el paso y se le cae el disfraz y entonces sí asusta, pero cuando eso ocurre ya es demasiado tarde.
El odio antisemita vuelve a aparecer en las calles de la capital de Italia. Por tercera vez en diez días se repiten escritos y carteles contra los judíos en diversas zonas de Roma. Las dos anteriores, «Israel, verdugo» y «fuego a las sinagogas», estaban acompañadas de simbología antisemita. A estas se le suma la de este fin de semana, en el «Shabat» –el día sagrado de la semana judía–. Han aparecido decenas de carteles pegados en paredes de varios barrios, con la invitación a boicotear «productos de Israel», incluyendo una lista de cincuenta negocios gestionados por la comunidad judía de Roma.
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