Asombro en la comunidad israelita por la posición de Uruguay ante Irán

29/Dic/2011

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Asombro en la comunidad israelita por la posición de Uruguay ante Irán

29-12-2011
La abstención del gobierno del presidente José Mujica en una moción de condena contra Irán por gravísimas violaciones a los derechos humanos, votada hace 10 días por la Asamblea General de las Naciones Unidas, provocó el asombro de la comunidad judía en el país que advirtió la ausencia de soporte “humano” y “moral” para la posición de la Cancillería de Uruguay.
En una declaración difundida esta semana, el Comité Central Israelita del Uruguay (CCIU) dijo que “lo que nos asombra como uruguayos y como sudamericanos nos cuesta entender, es la complacencia de nuestra región con Irán”.
“Es un país teocrático, lo rige la ley del Corán (Shaaría) e independientemente de cuadrantes geográficos y/o religiosos, no se sostiene en pleno siglo XXI su constante violación a los derechos humanos” porque los “atroces atropellos” contra esos derechos “no tienen coordenadas diferentes porque se violen en Asia, América, Europa u Oceanía”, dijo la organización.
El CCIU, una entidad representativa de la colectividad judía uruguaya fundada en 1940, recordó que el 19 de diciembre, la Asamblea General de la ONU denunció “violaciones graves a los derechos humanos en Irán, que van de azotamientos a amputaciones y el uso frecuente de la pena de muerte”.
La resolución, impulsada por Canadá, citó la aplicación de torturas y crueldad, así como tratos inhumanos o degradantes, como ejemplos “graves y recurrentes de violaciones de derechos humanos” en Irán. También mencionó ataques a defensores de derechos humanos, inequidad y violencia contra las mujeres, y discriminación contra minorías religiosas y étnicas.
La moción fue votada por 89 países; 30 votaron en contra y 64 se abstuvieron.
Entre los latinoamericanos, votaron a favor de la condena Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Belice, Haití, México, Honduras, El Salvador y Panamá; en contra lo hicieron Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y Bolivia; se abstuvieron Brasil, Guatemala, Paraguay, Trinidad Tobago y Uruguay.
El CCIU preguntó: “¿Qué quiere decir abstenerse? ¿Aceptamos la lapidación siempre que las piedras sean más chiquitas? ¿La horca a los homosexuales en tanto sean ‘muy homosexuales’? ¿El asesinato de los disidentes ideológicos en tanto discrepen en voz alta o con mucha frecuencia?”.
También inquirió si las mujeres, las niñas, los homosexuales o las personas con ideologías diferentes de Uruguay, Cuba, Colombia, Brasil o Perú tienen más derechos que los iraníes. “Abstenerse, ¿tiene sustento jurídico internacional y diplomático? Probablemente sí, pero en este caso no tiene soporte humano ni moral”, enfatizó.
La institución judía aceptó que los gobiernos pueden actuar en política internacional según “cálculos geopolíticos o económicos”, pero advirtió que “los valores humanos no son cuentas matemáticas y aquello de que ‘mis derechos terminan donde empiezan los de los demás’ no prescribe ni en español ni en persa”.
“No comprendemos, ni entendemos cómo alguien pueda aceptar que lo más noble que les enseñamos a nuestros hijos por la vida, el respeto al prójimo, la sana convivencia y los derechos a la diversidad, se lo lapide, azote y se lo ahorque por expedientes de cancillerías”, protestó.