Argentina toda debe estar de duelo

22/Ene/2015

Montevideo Portal, Ana Jerozolimski

Argentina toda debe estar de duelo

La muerte del Fiscal Alberto Nisman, que llevaba desde hace una década sobre sus hombros la causa de la AMIA, no es una tragedia únicamente para la comunidad judía argentina y los familiares de las 85 víctimas, sino de Argentina toda.
Sería un craso error ver lo que ha sucedido como un tema que debe preocupar únicamente a los judíos en la vecina orilla. Dicho sea de paso, también en la nuestra, ya que la cercanía no significa únicamente pocos kilómetros de distancia, sino un vibrar juntos en muchas cosas que , con razón, preocupan a todos.
El atentado contra la AMIA que Nisman investigó tan concienzuda y seriamente, fue el más terrible en la historia de Argentina. La mayoría de las víctimas, tal como deseaban los terroristas, fueron judíos, pero no todos..y claro que eso no importó ni a Irán que orquestó y concibió el ataque ni a Hizbalá que lo ejecutó.
El hecho que quede trunca la lucha que Nisman estaba librando desde hace años para que se haga justicia, consideramos que debe ser visto como una tragedia por la nación argentina toda. Y muy especialmente cuando repasamos el contenido de las diversas entrevistas que nos concedió en los últimos años, con la advertencia acerca del objetivo de la República Islámica de Irán de tener prontos planes para implementar atentados en diferentes partes de América Latina cuando considere que el momento es el oportuno.
Esto, en cuanto a la importancia misma de la investigación, de la búsqueda de justicia y del deseo de poner fin a la impunidad de los responsables del atentado, así como del anterior, contra la embajada de Israel en Buenos Aires. Sin Alberto Nisman, es difícil concebir la continuación de esta batalla con el mismo fervor y la misma convicción que le caracterizaban.
Pero evidentemente, esto no es todo.
Argentina toda debe estar preocupada por la posibilidad de que el fiscal haya sido asesinado.
Ningún hallazgo en el lugar de la tragedia , según se ha publicado hasta ahora, puede ser presentado como prueba fehaciente de ello. Destacamos el “según se ha publicado”, porque en este caso, creeríamos totalmente únicamente a lo que pueden ver nuestros ojos. ¿Es lógico que se conciba siquiera que una persona como él, que tanto dedicó al hallazgo de la verdad, sabiendo que se arriesgaba, ponga fin a su vida en el momento más crítico y clave?
En absoluto.
Claro que están además las indicaciones que dejó a la persona que limpiaba su casa y se encargaba del cuidado de la misma, con una lista de compras para el día siguiente. Y los documentos sobre la mesa de lo que iba a presentar en el Congreso. Y las últimas llamadas…nada que pudiera indicar que se iba a suicidar.
Películas de James Bond, en algún momento, todos hemos visto. Quizás de allí alguien extraiga las explicaciones de por qué no se halló ningún indicio de que había otra persona en la casa…si es que realmente lo sucedido fue un asesinato.
Lo claro, de fondo, es que había muchos interesados en su desaparición. Nisman cantaba verdades, muchas, y con eso, hay quienes no pueden lidiar, porque prefieren las sombras del engaño y la mentira.
Nisman no llegó a presentar las pruebas y el proceso no había terminado. Pero sólo quien descubre, al ir tirando el hilo de la madeja, que este conduce a sitios que deben ser descubiertos por el bien de todos, se anima a ir hasta el final. Sus declaraciones públicas involucrando a la propia Presidente Cristina Fernández y al Canciller Héctor Timerman en el turbio plan de “limpiar” a Irán de su culpabilidad, demostraron que él estaba dispuesto a hacerlo. Siempre combinando su firmeza con su sencillez y humildad, como quien actúa porque, como nos dijo una vez, sabe que se la he encomendado una gran responsabilidad.
Argentina toda debe salir a la calle a exigir aclaraciones y justicia cuando muere un fiscal en estas circunstancias.
Y a nosotros, como uruguayos, la verdad…nos preocupan algunas vecindades…
“Puedo terminar muerto”, declaró Nisman hace pocos días.
Lamentablemente, nuevamente…tuvo razón.