Alberto Sonsol Cohen Z’L. Se nos fue un amigo

26/Mar/2021

Por Esc. José Luis Piczenik, para CCIU

Por Esc. José Luis Piczenik, para CCIU

Al caer la tarde recibimos la infausta noticia del fallecimiento de Alberto Sonsol Z’L Si bien la prensa había informado sobre su delicado estado de salud, su fuerza, su temple, nos hacía pensar que iba a superar al maldito virus y pronto tendríamos nuevamente al querido Alberto en los distintos medios periodísticos donde participaba. Una vez más la pandemia nos llevó un amigo…un gran ser humano…un apasionado por su trabajo y su gente. 

De barrio, amante de su querido Palermo, popular, era un agradecido a la vida y hacía gala de ello contagiando fuerza y esperanza a todos los que lo seguían. Apasionado de las más caras tradiciones nacionales, disfrutaba del futbol, del basquetbol, del carnaval, de la reunión de amigos, de las vivencias y hechos cotidianos que nos reconocen como parte de una sociedad fraterna a nivel universal.

Acompañaba sus dotes de periodista, locutor, comunicador con la expresión orgullosa de su condición judía con la cual vibraba y defendía en cada situación que se le planteaba. Siempre atento y con gran espíritu colaboracionista para la causa, aún tenemos presente su brillante conducción on line del pasado “Iom Hatzmaut” que ya en pandemia festejamos con él a través de la pantalla.

De joven había probado suerte en el Estado de Israel, y tras un periodo relativamente corto volvió a su querido Uruguay con una meta a cumplir: ser periodista deportivo.

En los años 80 formó un grupo de jóvenes entusiastas que lo acompañamos en la patriada de relatar basquetbol. Para ello conto con la madurez y sabiduría de maestros a los que siempre reconocía, como Rubén Vázquez y Oscar Avero  y logró amalgamar un grupo que poco a poco y en base a su esfuerzo y trabajo se transformó en el líder indiscutido de análisis de dicha disciplina en el país.

Recuerdo las tertulias en su oficina de la Ciudad Vieja – previas al Torneo Federal de Basquetbol de 1985 – con un grabador portátil imaginando las distintas escenas de un partido y narrando las mismas. Alberto tenía una condición innata de líder y su personalidad y energía presagiaban estar frente a un comunicador de excepción.

Su debut en el relato se produjo el 12 de agosto de 1985 y sus palabras iniciales al aire expresaron el agradecimiento por haber logrado su anhelado sueño.  Radio Universal fue quien impuso su voz y su estilo y “Basquetbol de Primera” fue la marca por la cual pasaron decenas de periodistas, que vieron en su figura un maestro a imitar y admirar. Fue guía de muchos jóvenes que encontraron un ejemplo de dignidad, rectitud y laboriosidad en su permanente presencia.

En el año 2016 fue galardonado con el premio “Iris de Oro” a la mejor conducción masculina en televisión y un año después recibió merecidamente la distinción como mejor relator en radio.

Agradecido, solidario, frontal, amante de la vida, fueron algunos de los valores que adornaron su personalidad y actuación. Poco a poco su figura fue creciendo para convertirse en un líder de opinión y el pasaje por distintos medios periodísticos lo transformaron en uno de los comunicadores más respetados del país. La convicción en sus ideas y expresiones le abrieron las puertas de los medios pero fundamentalmente lo acercaron a la gente que era su gran pasión.

Su legado no solo se limitó a la esfera laboral, formo una hermosa familia y condujo a sus tres hijos Diego, Alejandro y Micaela por el camino del trabajo y el respeto haciendo honor a las cualidades que le transmitieron sus padres.

Durante los últimos meses luchó incansablemente para que la población tomara conciencia del Covid 19; informó, alertó y hasta se molestó cuando no se cumplían los protocolos sanitarios, el destino quiso que el fuera una de las víctimas de este terrible mal que aqueja a la humanidad.

La pandemia nos lleva un amigo pero nunca nos podrá quitar su recuerdo y sus valores. El don de gente, la solidaridad, la amistad que quedarán presentes en las vidas de todos los que tuvimos la fortuna de conocerlo. Gracias por tu ejemplo. Siempre te recordaremos, querido Alberto.