Agasajo anual a la prensa 2009

12/Ago/2010

Discurso del Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Cr. Marcos Israel

Agasajo anual a la prensa 2009

En nombre del Comité Central Israelita del Uruguay y de sus instituciones miembros, les damos la bienvenida y reciban nuestro agradecimiento por acompañarnos.

El año que estamos cerrando ha sido un año de extraordinaria intensidad en el ejercicio de la democracia para todos los uruguayos, reconfirmando nuestra cultura cívica en toda su dimensión.
Creo que todos hemos sentido esa sensación tan especial, tan peculiar de satisfacción, de alegría personal y colectiva que nos brinda a los uruguayos el acto de votar.

Queremos felicitar al actual gobierno por su gestión y desear una buena gestión al presidente electo y su próximo gobierno. Esperamos también, como la gran mayoría de los uruguayos, que se construyan espacios de encuentro cada vez mayores entre las diferentes fuerzas políticas y sociales.

Durante el próximo año, el Comité Central Israelita estará cumpliendo 70 años desde su fundación en 1940. 70 años que festejaremos de diversas maneras a lo largo del 2010.

Han sido al día de hoy, 69 años representando a la comunidad judía del Uruguay, local e internacionalmente. Una colectividad que se va acercando a los 100 años de vida organizada.
Han sido 69 años de lucha ininterrumpida por nuestras convicciones, de lucha contra el antisemitismo y otras formas de racismo y discriminación. Lamentablemente esta lucha no cesa. Estos flagelos no han podido ser doblegados a pesar de los esfuerzos de muchos.

Recordábamos el 10 de diciembre pasado – en el marco del seminario de presentación del Plan Nacional contra el Racismo y la Discriminación organizado por el Ministerio de Educación y Cultura – que se estaban cumpliendo 61 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, declaración realizada como corolario, como reacción, a los incalificables crímenes ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial.

Actos de barbarie que tuvieron como materia prima esencial al racismo, principalmente el antisemitismo, y a la discriminación institucionalizados. Racismo y discriminación constituidos en políticas de Estado, por gobiernos totalitarios.

61 años después todavía quedan regímenes en los que el racismo, el antisemitismo y la discriminación siguen siendo políticas de Estado.

Uno de los sueños de los padres del sionismo político fue la normalización de la vida de los judíos una vez que se recreara el Estado de Israel. Ese sueño incluía la desaparición del antisemitismo. Esta gran aspiración aún no se ha cumplido. Intereses de naciones poderosas se han interpuesto y han conseguido mantener encendida la llama del antisemitismo, así como de otras formas de racismo y discriminación.
Esta circunstancia ha impedido la convivencia pacífica en el Cercano Oriente.

La comunidad judía del Uruguay ha anhelado desde siempre la paz. Ya no como una cuestión de principios, sino como una cuestión existencial.

Es difícil encontrar palabras para expresar hasta qué punto cambiarían nuestras vidas si el conflicto entorno a Israel desapareciera. Créannos que nuestras vidas serían diferentes.

Este sentimiento y este anhelo, chocan con una realidad que nos es impuesta.

Desde el momento mismo en que la idea de la refundación de un Estado Judío comenzó a parecer realizable, dirigentes políticos de los países árabes la combatieron, introduciendo el odio en esa lucha, utilizando el odio como política de Estado y educando a sus pueblos en él.

A casi un siglo de comenzada esta prédica, tenemos mucho de que preocuparnos. Es por eso que estamos atentos a cada cosa que pasa, a cada gesto que se emite a nuestro alrededor, para hacer entender a quienes nos rodean, la verdadera naturaleza de los problemas que nos aquejan en este sentido.

La ONU fue creada inmediatamente después del cataclismo de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de evitar nuevas guerras, así como de canalizar los conflictos en forma pacífica. Está claro que no se ha logrado este objetivo. Pero no sólo eso, sino que la ONU se ha transformado en un campo de batalla diplomático.

Así como algunos entienden que la guerra es la política seguida por otros medios, otros hacen de la política, la guerra seguida por otros medios. Y la cultivan en cada encuentro, en cada conferencia, cualquiera sea el tema.

Es por eso que reconocemos la posición de nuestro gobierno en los acontecimientos de los últimos meses en el Consejo de Derechos Humanos y en la Asamblea de Naciones Unidas, mostrando un camino independiente por donde se puede cambiar la historia.

Es en este mismo sentido que hace algunos días le hemos recordado al gobierno amigo de Brasil, que los 50 millones de muertos que tuvo la humanidad al cabo de la Segunda Guerra Mundial, vinieron después que la comunidad de naciones eligió desatender las señales muy claras que el régimen nazi emitía azuzando el odio, protagonizando una carrera armamentista y expresando sus designios con toda claridad a quienes quisieran oírlos.

Por tanto, dejamos constancia de la responsabilidad que le cabe a cada nación al día de hoy, de atender las amenazas que se emiten en la actualidad por países como Irán, que protagoniza una carrera armamentista, que niega los crímenes del pasado negando el Holocausto y que promete -también con toda claridad-, borrar a Israel del mapa.
Seremos reiterativos en esta denuncia hasta que desaparezca el peligro.

A los amigos de los medios de difusión, les expresamos una vez más la importancia que para nosotros tiene el trabajo que hacen y el rol que cumplen en esta sociedad abierta y democrática que tenemos los uruguayos.

Pedimos su comprensión para con nuestra sensibilidad –sensibilidad especial que compartimos con otras víctimas de racismo, discriminación o violación de derechos humanos-. Sabemos que no es sencillo para quienes no han padecido estos problemas ni están en contacto estrecho con alguna de las minorías objeto de ellos, entenderlos cabalmente, pero nosotros redoblaremos el esfuerzo para que puedan comprendernos y les pedimos que nos abran sus puertas para poder hacerlo.
Los medios de difusión juegan un papel muy importante también en este terreno.

Finalmente, cuando estamos al fin de este año 2009, estamos también celebrando la festividad de Januka, la fiesta de las luminarias, que conmemora el heroico levantamiento de los macabeos contra el imperio griego, en una de las tantas luchas que hubo de librar el pueblo judío contra naciones poderosas para preservar su soberanía, su cultura y sus creencias.

Al momento de elevar nuestro deseo de un año 2010 en paz y próspero para todos los uruguayos, antes de levantar nuestras copas queremos recordar a los compatriotas que están padeciendo las inundaciones.
Sabemos que varias de nuestras instituciones comunitarias –fieles a su larga tradición de solidaridad- están brindando toda la ayuda que pueden. Las instamos a que lo sigan haciendo ya que el problema no ha cesado.

Los invitamos a decir lejaim, por la vida, por un 2010 pleno de esfuerzos y logros, de superación individual y colectiva.

Muchas Gracias