A 16 años del atentado a la AMIA

27/Ago/2010

Reflexión

A 16 años del atentado a la AMIA

Por Guillermo Wajner (*)

“Cuando hubo pasado el choque de lo increíble, cuando fuimos capaces de convencernos que estábamos en guerra, nuestro instinto vital volvió por sus fueros”.

Quién sabe por qué, quiso un 18 de julio que nuevamente entendamos a Chaim Waizman a través del dolor…

Familiares de víctimas, autoridades nacionales y extranjeras, jóvenes y educadores, amigos todos:
Éramos apenas pequeños niños cuando el terror llamó nuevamente a nuestra puerta. Sin embargo, y sin entenderlo, hicimos propio y parte de nuestras vidas las consecuencias de las acciones de individuos aún impunes, que según entendieron, habían sido llamados divinamente para poner fin a la vida de 85 seres humanos.

No es posible por más intento que se quiera hacer, comprender los códigos morales (si es que los hay) de seres que prefieren inmolarse antes de sentarse alrededor de una mesa y hablar, y pensar y pensar y volver a hablar hasta que sea necesario, para lograr convenir una visión común. Los aquí presentes tenemos la responsabilidad, de aquí en adelante, de convertirnos en educadores, porque quien aquí se encuentra es aquel que comprendió y comparte las maneras civilizadas de resolver los conflictos.

El ataque perpetrado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina aquel 18 de Julio de 1994 nos confirma que el antisionismo es simplemente un disfraz del antisemitismo; o sino que alguien nos explique lo sucedido.

No quiero dejar de trasladar el enfático rechazo hacia las ideologías basadas en la intolerancia y en aquellos que las promueven, porque sin darnos cuenta son ellas quienes pasan a nuestro lado y sin permiso invaden nuestra realidad. No solamente lo ocurrido hace 70 años tuvo la intención de destruir al judaísmo, sino la indiferencia que gran parte del mundo demostró, y ello nos convierte en responsables por nuestro prójimo, por los actos de barbarie y la discriminación de hoy en día.

Cuántas lágrimas han de tener que derramarse para entender que somos responsables el uno por el otro, porque de la historia hemos aprendido el hermoso valor de la hermandad. Eso es palmario en el salmo 133 cuando reza: “Hine ma tov u ma Nahim shebet ajim gam iajad”, “Mirad que bueno y cuan lindo es sentarse los hermanos todos juntos”… es aquí cuando resaltamos la importancia de todos y cada uno de nuestros hermanos.

La juventud uruguaya le hace llegar solemnemente a la comunidad argentina el sentimiento de respaldo en este momento de tan profundo dolor. Estar junto a ustedes hoy es sin dudas una experiencia, pero más importante es un deber y un compromiso. Las distancias son cortas, procuremos acortarlas aún más y sacarle fruto a lo que tenemos en común para dejar de lado aquello que nos diferencia. Estiramos nuestros brazos para entrelazarlos con los suyos y recordar por siempre: Nadie puede más que todos nosotros juntos – Am Israel Jai.

(*) Guillermo Wajner fue secretario general (mazkir) del movimiento juvenil sionista Habonim Dror en 2009. Participó como voluntario en varias instituciones judías tales como el Keren Hayesod, el Museo Recordatorio del Holocausto, la Federación Juvenil Sionista y la Organización Sionista del Uruguay.