Vehigadtá Levinjá… y le contarás a tu hijo… lo que pasó en la Shoá

18/Abr/2023

Por Lic. Rafael Winter (Rufo), para CCIU

 

VEHIGADTA LEVINJÁ… “Le contarás a tu hijo”… Es un concepto central de la Hagadá de Pesaj. Además del hito que significó el Éxodo de Egipto, contarle al hijo implica por sobre todo, tradición, continuidad y preservar la memoria. Hoy, en  Iom Hashoá,  es también un deber relatarle lo que significó la peor catástrofe en la historia de nuestro pueblo.    

 

Por eso LE CONTARÁS  A TU HIJO QUE:

La plaga de la sangre, no metafórica sino literalmente, cayó sobre nuestro pueblo.

La plaga de la oscuridad cayó sobre nuestro pueblo. Noche y bruma…

El “ángel de la muerte”(¿ángel?) pasó solamente por encima de las casas…judías. Y no mató “solamente” a los primogénitos…

Por cierto que, de Egipto, D’os nos sacó “con mano fuerte y brazo extendido”. En cambio de Auschwitz…

El Mar Rojo no se abrió para nosotros, más bien se cerró. No hubo “salida al mar”. Directamente no hubo salida…

LE CONTARÁS  A  TU HIJO QUE:

Seis millones de judíos, es decir, un tercio de nuestro pueblo en aquel entonces, fueron exterminados durante la segunda guerra mundial por los asesinos nazis y sus cómplices. De las formas y métodos más horrendos que uno se pueda imaginar.

“Auschwitz” es el nombre que simboliza el horror.

Cerca de un millón y medio de los judíos asesinados eran niños y adolescentes.

Objetivo declarado de los criminales nazis, además de la conquista de Europa, fue la “solución final”,:. eufemismo que significa lisa y llanamente la destrucción física del pueblo judío, en su totalidad.

Los judíos fueron destruidos, no por “hacer” sino por el mero hecho de “ser”. En realidad por nacer.

Por tal motivo, en la larga serie de persecuciones y masacres sufridas por el pueblo judío a lo largo de la historia, esta no fue “una tragedia más”.   Fue  distinta a todas, “cualitativa” y cuantitativamente. No se compara absolutamente con ninguna otra.

Al decir de Elie Wiesel; “No todas las víctimas fueron judíos, pero todos los judíos fueron víctimas “.

LE CONTARÁS A TU HIJO QUE…

Los criminales nazis tuvieron demasiados cómplices que participaron voluntariamente del exterminio. Cómplices por acción…

Mientras millones eran asesinados, buena parte del mundo, a sabiendas de lo que ocurría, miró para un costado. Cómplices por indiferencia…  Eso posibilitó aún más la tragedia.

Cuando todavía era posible salir del infierno que se venía -los años previos a la guerra- e incluso durante los primeros años de la misma, mientras que de algunos lugares de Europa aún se podía salir, la mayoría de los países a los judíos no los dejaba entrar. Cerraron sus puertas. Parcial o totalmente.

A pesar de todo, hubo honrosas excepciones: algunos países (embajadores, cónsules, gobernantes y parte de sus respectivos pueblos) se comportaron de manera muy digna y valiente. Hubo seres humanos excepcionales, justos entre las naciones, que arriesgaron su vida por nuestros hermanos. También justos uruguayos, que aún falta reconocer. Pero los hay. Tarde o temprano se los reconocerá.

LE CONTARÁS A TU HIJO QUE…

Pese a las circunstancias sin precedentes que nos tocó vivir, hubo innumerables actos de resistencia judía.

La resistencia tuvo lugar en sus más diversas formas: ya sea pasiva como activa.

Hubo resistencia física. Llevada a cabo principalmente por los jóvenes de los movimientos juveniles sionistas jalutzianos; y junto con ellos, jóvenes bundistas y comunistas, hombres y mujeres, todos los cuales con coraje y valor sin límites, empuñaron las pocas armas que tenían -a veces contando solamente con sus propias manos- al llegar a la triste conclusión que la “redención” no vendría ni del cielo ni de la tierra.

La heroica rebelión del Ghetto de Varsovia, liderada por Mordejai Anielewicz, y de la cual se conmemoran ochenta años, no fue la única pero es la que especialmente simboliza los actos de resistencia del pueblo judío en su hora más sombría. En el nombre de Mordejai Anielewicz recordamos a TODOS aquellos que resistieron heroicamente.

Además de las rebeliones en ghettos y campos de concentración-exterminio, hubo miles y miles de judíos, partisanos y otros, combatiendo valientemente en los bosques contra los nazis y sus cómplices.

LE CONTARÁS A TU HIJO QUE…

Debemos recordar lo que “nos hizo Amalek”. No olvidar. Preservar la memoria.

Sea como fuere, Amalek, de tanto en tanto reaparece en la historia. Hitler, en mayor o menor medida reaparece en versión actualizada.

Hay quienes, bajo el eufemismo de “anti sionistas” o “anti israelies” intentan hoy día la destrucción de Israel..Versión actualizada de Hitler.

Como dice nuestra Hagadah (Vehi Sheamda): “En cada generación hay alguien que se levanta contra nosotros para exterminarnos”.

A pesar de los innumerables testimonios de sobrevivientes, innumerables documentos, evidencias, pruebas rotundas, terminantes e irrefutables de lo ocurrido, hay aun quienes se empeñan en negarlo, profanando la memoria de seis millones de víctimas. Contra ese negacionismo -es decir: otra grosera forma de antisemitismo- debemos luchar.

LE CONTARÁS A TU HIJO QUE…

También sufrieron millones y millones de personas de otras naciones y pueblos. Y continúan sufriendo. El mundo no aprendió. Han habido otros genocidios. Precisamente por lo que nos ha tocado vivir -mejor dicho: sufrir- debemos ser sensibles a las desgracias de los demás, solidarizarnos y ayudar el máximo posible.

Los nazis fueron finalmente derrotados en la Segunda Guerra Mundial. Pero continúa habiendo nazis y nazismo en el mundo. Combatirlo debe ser tarea de todos, judíos y no judíos por igual.

El prejuicio y el odio, sino se lo detiene a tiempo -mediante la educación, pero además  hay instrumentos legales para hacerlo- puede desembocar en lo que desembocó: también en los lugares menos pensados…

Todos los seres humanos de buena voluntad debemos luchar contra toda clase de intolerancia, discriminación y racismo, sean quienes sean las reales o potenciales víctimas.

Cada uno debe ser “el guardián de su hermano”. El “no te metas” es precisamente lo contrario a lo que nuestros valores enseñan.

A pesar de todo -y esto no es un consuelo- el nazismo no consiguió llevar a cabo sus objetivos. El pueblo judío resurgió, metafórica y literalmente de las cenizas, y pocos años después, aunque el proceso ya estaba en marcha desde hacía tiempo, nacía el Estado de Israel. Estado de Israel que debemos cuidar: no solo los israelíes sino también los judíos del mundo. La supervivencia del Estado de Israel depende por sobre todo del pueblo judío.   No permitamos que caiga el “Tercer Templo”…

Y LE CONTARÁS A TU HIJO.

Debes relatar esta historia. Seguramente te llevará mucho más tiempo que “una noche de Seder”. Pero debes hacerlo.

El que relata -aunque la Hagadah lo ubica en el contexto de la narración del Éxodo de Egipto- “harei ze meshubaj”, es decir, “es digno de alabanza”. El que relata la Shoá…también…