7305 días sin memoria y sin justicia

17/Jul/2014

Por Dr. Jaime Apoj (Copredi

7305 días sin memoria y sin justicia

7305 no es un simple
número. Coincide con la cantidad de días que habrán transcurrido desde el 19 de
julio de 1994 hasta el 17 de julio de 2014, un día antes de recordar el
vigésimo aniversario del trágico atentado a la AMIA, en Buenos Aires. En el Centro Cultural de Recoleta se están
realizando dos exposiciones relacionadas con este atentado, una de ellas
denominada “Imágenes de un
reclamo, 20 años sin justicia”. Consiste en 22 fotografías
que durante estas dos décadas, fueron tomadas por varios reporteros
gráficos del periódico argentino Clarín. Muestran panorámicas de las
concentraciones que desde aquel lejano 18 de julio de 1994 se vienen realizando cada año, en reclamo de
memoria y justicia.

Un columnista de Clarín escribe que las fotografías
seleccionadas para la muestra responden
a una premisa programática: “’son retratos de una masa inmutable, que resiste
al paso de los años…. dando idea de un solo cuerpo común”. Y efectivamente, se
han elegido planos y encuadres que muestran concentraciones ciudadanas, con
seres humanos estáticos portando miles de carteles con la palabra “Justicia”,
y portando también numerosas fotos de las víctimas, hombres, mujeres y niños.
Todos los carteles y todas las fotos de víctimas que portan los concurrentes a
los distintos actos, están editadas en blanco y negro, lo que causa un efecto
impactante, quizás para remarcar que hay víctimas pero no hay justicia; dicho
de otra manera, hay impunidad. Son imágenes desgarradoras, porque muestran una
masa de gente que no encuentra respuestas.

En el salón contiguo, otra muestra, titulada “7305
sin memoria y sin justicia” es obra
del artista Luis Campos; es un mural estampado en dos paredes del salón, en el
que se ven impresos en pequeñas letras negras simplemente cientos, quizás miles de datos, que dan
cuenta de hechos ocurridos durante cada uno de los 7305 días transcurridos.
Transcribo algunos de ellos: fueron electos 6 presidentes de la nación, asumieron cinco nuevos ministros en la
suprema corte de justicia, se vendieron 27:590.000 de pizzas, se produjeron
180.000.000 de hectolitros de vino, hay 1.200.000 mujeres que fueron
abusadas, 6 basquebolistas argentinos en
la NBA, 85 muertos en el atentado, 300 heridos y 0 detenidos y 0 condenados por
el atentado a la AMIA; 400.000 dólares le dio el Juez Galeano a Carlos Telleldín:
de 1 a 6 años es la condena por encubrimiento agravado……”. Son datos
elegidos al azar (?) por el artista, que intercala cada tanto en grandes letras rojas la frase “7305 sin memoria
y sin justicia”.

La pregunta que surge es ¿porqué en Argentina? Dejando de
lado la discusión sobre los frustrados e interminables procedimientos de
investigación policial y judicial, sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad del Convenio entre Irán y Argentina, sobre la existencia
de la llamada “conexión local” que hiciera posible el atentado, no es difícil
arribar a una conclusión: se trató de un acto profundamente antisemita, o más
precisamente, un acto profundamente antijudío. El mensaje que el atentado quiso
dejar es claro: se debe atentar contra los judíos, allí donde se encuentren,
por el hecho de ser judíos.

Sobre el tema se
han escrito miles de artículos y decenas
de libros, se produjeron videos y centenares de obras artísticas.

Pero los fundamentos de tipo religioso que imaginamos
tendrán los terroristas, no son sino pretextos para justificar actos de
barbarie, que retrotraen al ser humano a formas viles. Pero afortunadamente,
también existen actos de resistencia y rechazo. El lunes pasado se realizo una
oración interreligiosa en la Catedral Metropolitana porteña, a pedido de un grupo
de familiares de víctimas de la AMIA, y bajo la consigna “Nos juntamos
para orar, unidos por el dolor, hermanados por la memoria de la masacre y
animados por la esperanza”. Al
menos, desde sectores de la sociedad civil y frente a la barbarie, se da un mensaje de humanismo y
solidaridad.

Mientras tanto, lamentablemente, la Justicia, como
institución estatal, aún no tiene respuesta. Lo del título,  7305 sin memoria y sin justicia.