Encuentro con Henrique Cymerman y Nirit Ofir: Una mirada profunda al presente de Israel y Medio Oriente

07/May/2025

Por Janet Rudman, para CCIU

 

Henrique Cymerman en Uruguay

El CCIU ha hecho posible que este periodista israelí de origen portugués y español que trabaja como corresponsal en Oriente Medio para SIC, La Vanguardia y Mediaset España, entre otros, pase unas horas por nuestro país para tener contacto con autoridades nacionales, prensa y dirigentes comunitarios. Janet Rudman escribe para CCIU algunos conceptos trasmitidos en el encuentro con estos últimos. También estuvo presente junto a Cymerman, la Dra. Nirit Ofir, israelí experta en asuntos de Medio Oriente, quien participa en iniciativas humanitarias en zonas conflictivas.

Henrique Cymerman brindó una charla marcada por su amabilidad y sencillez, en la que compartió su perspectiva y experiencia sobre la actualidad en Israel, aportando información que habitualmente no llega a la opinión pública.

Entre los ejemplos que mencionó, destacó el caso de una empresa tecnológica israelí que debía renovar un contrato con una compañía europea. Sin embargo, recibió una llamada advirtiendo que no podían proceder porque no había certeza de si Israel seguiría existiendo dentro de un año.

El 7 de octubre ingresaron 5.700 personas a territorio israelí, un hecho sin precedentes. En ese momento, Israel se encontraba en pleno proceso de normalización: los palestinos trabajaban en Israel y se canalizaban fondos provenientes de Qatar. Estas personas además de asesinar, violar y secuestrar mujeres, robaron y saquearon todos los bienes de valor que encontraron.

Desde la década de 1990, Cymerman ha entrevistado a seis de los fundadores de Hamás. En aquel entonces, Israel centró su atención en la OLP, lo que permitió el crecimiento de Hamás.

El 7 de septiembre, una delegación israelí viajó a Arabia Saudita portando un cartel identificatorio con el nombre de Israel. Aunque previamente existían acuerdos y negocios, estos se mantenían fuera del ámbito público.

Hamás creía que Israel no alcanzaría los ochenta años como Estado, basándose en precedentes históricos de reinos caídos antes de esa fecha. Las manifestaciones en Tel Aviv contra la reforma judicial y las discusiones parlamentarias fueron interpretadas como señales de una posible caída inminente.

En una reunión en un hotel de Gaza, Yahya Sinwar y los principales líderes de Hamás afirmaron que Israel no perduraría, comparándolo con un “cáncer que debía ser extirpado”. Trazaron paralelismos con los cruzados, que fueron expulsados siglos atrás, y contaban incluso con un inventario del patrimonio israelí para dividir el país en cantones, asignando un gobernador a cada región. Habían preparado, además, una carta para la ONU que proclamaba: “Ahora que Israel no existe…”.

Sinwar, líder con una visión mesiánica y apocalíptica, fue el principal responsable de los acontecimientos del 7 de octubre. Hamás tenía un plan claro y meticulosamente diseñado.

Cymerman relató la historia de Vivian Silver, canadiense que emigró a Israel hace 50 años y fundó la organización “Mujeres por la Paz”. Bajo su liderazgo, lograron movilizar una marcha el 4 de octubre con 1.500 mujeres palestinas y judías. Dedicó su vida a la reconciliación y a salvar vidas, gestionando el traslado de pacientes palestinos a hospitales de Tel Aviv. El 7 de octubre, envió un mensaje desde el kibutz Be’eri, donde escuchaba disparos y voces gritando “Allahu Akbar”. Expresó su pesar por no tener ni siquiera un cuchillo para  defenderse. Poco después, su casa fue incendiada con ella dentro. Fue identificada gracias al hallazgo de un cabello, lo que permitió darle sepultura. A su funeral asistieron palestinos y judíos, reflejando la magnitud de su legado.

Cymerman también compartió que logró comunicarse con el emir de Qatar, quien le expresó sus condolencias por los fallecidos.

Nos encontramos en un momento bisagra, en el que la historia se está escribiendo día a día. No sabemos qué sucederá; vemos el árbol, pero aún no alcanzamos a ver el bosque. Lo que sí es evidente es la resiliencia del pueblo israelí.

El país más moderado de la región es Emiratos Árabes Unidos. Se estima que en los próximos 50 años se producirán cambios significativos. Hamás sabe que no puede formar parte del futuro de Gaza y aspira a convertirse en una milicia con cierto poder.

En la charla, Nirit Ofir acompañó a Cymerman y compartió su trayectoria. Ofir es doctora en Medio Oriente, domina árabe y farsi, realiza negocios con países que, en teoría, no mantienen relaciones con Israel y participa en iniciativas humanitarias en regiones en conflicto. Su objetivo es contribuir a un mundo mejor para las próximas generaciones.

Recordó que en 2011, durante la Primavera Árabe, el mundo guardó silencio, como ya había ocurrido en los años 30 y 40. Su propia abuela fue ocultada y criada por una familia europea no judía.

Ofir reconoció que en 2012 cometió un grave error al facilitar la adopción de niños árabes por familias europeas, ya que muchos no lograron integrarse, lo que hoy genera tensiones en la región.

A lo largo de su carrera, Ofir ha rescatado niños en condiciones infrahumanas en países como Túnez y Siria. Aunque Turquía le prohibió la entrada, Siria permitió su labor, siempre con el consentimiento del gobierno israelí. Su meta ha sido transformar la mentalidad, la educación y la estructura del sistema escolar, trabajando en Siria, Yemen y Afganistán. Tiene un proyecto del cual no quiso dar detalle pero que va a presentar en el Congreso de Estados Unidos.

La cooperación entre Israel y Arabia Saudita existe desde hace 40 años y será clave para el futuro.

Ofir relató una experiencia que fortaleció su vínculo con la casa real saudí: una mujer de la familia real lloraba al teléfono tras haber sido estafada. Ofir, con la ayuda de expertos en ciberseguridad, logró recuperar cinco millones de dólares, la mitad del dinero perdido. Desde entonces, fue recibida con honores en Arabia Saudita, y fue en ese contexto que llevó consigo a Henrique Cymerman. La delegación israelí que viajó al país lo hizo identificándose abiertamente, lo que al día siguiente ocupó titulares en Israel y, luego, en medios árabes.

Cymerman estima que la normalización con Arabia Saudita podría concretarse en un plazo no menor a dos años, aunque dependerá de la administración estadounidense.

Es importante recordar que, entre la Unión Europea y Japón, Israel es la única democracia en la región.

Hamás nunca tuvo la intención de establecer un Estado palestino; su verdadero objetivo ha sido obstaculizar el proceso de paz impulsado por Israel en Medio Oriente.

Sobre los rehenes, Cymerman señaló que no se sabe qué ocurrirá, pero es probable que Hamás retenga a algunos como “garantía de su existencia”.

Según Cymerman, la prensa internacional a veces presenta una imagen edulcorada de Hamás, que contrasta con su historial. Ya en tiempos de Rabin, cuando se avanzaba en el proceso de paz, Hamás comenzó a atacar buses. Hoy, su objetivo sigue siendo el mismo: torpedear cualquier avance hacia la paz.

El futuro tras la guerra aún no está definido, pero Emiratos Árabes Unidos aparece como el país mejor posicionado para desempeñar un papel clave en una futura administración, incluso en conjunto con la Autoridad Palestina.

Ambas conferencias resultaron sumamente enriquecedoras. Los asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar relatos de primera mano sobre Medio Oriente, contados por sus propios protagonistas, y se retiraron profundamente agradecidos por la experiencia.