Sivan 20, la Shoáh de los judíos húngaros

31/May/2021

Por Lic. Rafael Winter (Rufo)

Por Lic. Rafael Winter (Rufo)

Año 1944. Alemania nazi estaba perdiendo la guerra. No obstante, en marzo de ese año decide invadir Hungría a, pesar de que ese país era su aliado. Las deportaciones de judíos húngaros comenzaron algunas semanas después. El 20 del mes de Sivan del calendario hebreo fue una fecha clave en lo que a las deportaciones se refiere. Foto: Yad Vashem.

En Hungría había una gran cantidad de judíos, alrededor de 750.000.

Era evidente que el objetivo de los nazis era implementar la Solución Final en uno de los pocos países en los cuales aún no lo habían hecho.

Sin duda que el antisemitismo de ese país sería también un aliado de los nazis en su siniestro plan.

Las deportaciones de judíos húngaros comenzaron algunas semanas después.

El 20 del mes de Sivan del calendario hebreo fue una fecha clave en lo que a las deportaciones se refiere.

Las mismas se desarrollaron especialmente entre el 14 de mayo y el 8 de julio de 1944.

Más de 400.000 judíos fueron deportados a Auschwitz.

Cuando se suspendieron las mismas ante el inminente avance del ejército soviético, aún permanecían en Hungría cerca de 150.000  judíos de Budapest.

A partir de noviembre, Eichmann, “organizador” de las deportaciones, comienza a “organizar” las denominadas “marchas de la muerte”.

Por si alguna duda cabe, la Solución Final era para los nazis su objetivo principal: tanto o más que ganar la guerra o recuperar terreno perdido en la misma.

En todo ese periodo realmente horrible, hubo algunos destellos de luz que de alguna forma iluminaron la oscuridad.

Esos destellos de luz fueron algunos célebres “Justos entre las Naciones”, de eterna y bendita memoria, como el diplomático sueco Raoul Wallenberg, el diplomático español Ángel Sanz Briz, y su ayudante, el italiano Giorgio Perlasca, en realidad hombre de negocios italiano, pero que se hizo pasar por diplomático español y ayudó él también de manera increíble y heroica para salvar judíos.

Seguramente hubo otros justos, pero los tres arriba mencionados lograron salvar miles y miles de judíos, sabiendo lo arriesgado que era dicha acción; pero sus principios, valores y consideraciones humanistas estaban en primer lugar.

El reconocimiento lo recibieron “post mortem”. ¡Gloria eterna para ellos!

Durante varios años, la Comunidad Israelita Húngara, presidida por el gran dirigente comunitario Dr. Juan Kerekes (quien continúa siendo su presidente en la actualidad), organizó el acto de “Sivan 20”.

Actos muy buenos y emotivos.

El acto hace varios años que no se realiza.

Pero lo que debe de quedar siempre es la memoria. De la Shoáh en general.

En este caso, de la Shoáh de los judíos húngaros en particular.

Preservar esa memoria depende no solamente de los judíos de origen húngaro sino de todos nosotros.

Hoy es Sivan 20…