Israel es sede del museo de historia natural más grande del Medio Oriente

09/Ago/2018

Israel21c- por Rebecca Stadlen Amir

Israel es sede del museo de historia natural más grande del Medio Oriente

Lo primero que ven los visitantes al entrar
al nuevo museo de historia natural de Israel son halcones, pelícanos y buitres
disecados de África a Europa dando vueltas alrededor del techo de la entrada.
La exhibición da una idea de la migración de las miles de aves que cruzan el
valle del Hula, al norte del país, cada año.
Situado junto al recinto de la Universidad
de Tel Aviv, el edificio, en forma de arca de Noé y con un área de cerca de
9.300 m², reúne más de 5,5 millones de ejemplares de especies de todo el mundo.
Abrió sus puertas a principios de julio después de más de dos décadas de
planificación.
Conocido también como Museo Steinhardt de
Historia Natural, es la mayor instalación de este tipo en el Medio Oriente y
centro nacional para estudios de biodiversidad en Israel y hace énfasis en la
diversidad ecológica del país, así como el impacto del desarrollo urbano, el
cambio climático y la devastación causada en los ecosistemas de la región.
Su objetivo principal, según los
directores, es aumentar la conciencia pública sobre el mundo natural y el medio
ambiente a escala local y mundial.
Israel atrae cada año a millones de
visitantes de todo el mundo ansiosos por conocer el patrimonio cultural y
religioso del país. El museo podrá ahora ofrecerles una mirada íntima a la
extraordinaria historia natural de la región, tanto de la antigüedad como de la
era moderna.
“Hay un vacío en el Medio Oriente en términos
de conocimiento de la biodiversidad y de exposiciones de su historia natural”,
dijo Tamar Dayan, profesora especialista en mamíferos de la Universidad de Tel
Aviv y presidenta de la institución a Smithsonian Magazine. “Creemos que hay
gente en otras partes que quiere saber qué sucede aquí”.
La creación del museo, que costó 40
millones de dólares, fue posible gracias al filántropo estadounidense Michael
Steinhardt, cofundador y financiador de Birthright y un frecuente donante a
proyectos en Israel, y su esposa, Judy. El edificio fue diseñado por la firma
arquitectónica de Kimmel Eshkolot, de Tel Aviv.
Los salones de exhibición, que ocupan 1.700
m², muestran piezas de colecciones nacionales de historia natural a las cuales
sólo tenían acceso investigadores de la Universidad de Tel Aviv y de otros
muchos museos en Israel.
Los tradicionales dioramas y las
innovadoras pantallas interactivas, distribuidas en varios pisos, están
conectadas por rampas, lo que permite un movimiento continuo y fluido sin
necesidad de subir y bajar escaleras.
En una de las exposiciones, un mapa
interactivo de Israel de 6 m de largo muestra los problemas ambientales
actuales de éste, incluido la reducción de la única fuente de agua dulce de
Israel, el Mar de Galilea y la disminución del Mar Muerto a un ritmo de 1 m por
año.
La importancia de adoptar estilos de vida
respetuosos del medio ambiente se refleja en la exposición “Impacto humano”,
que le sugiere a visitantes jóvenes que dejen de ensuciar y reduzcan la
contaminación lumínica a lo largo de las costas, lo que pone en peligro a las
tortugas marinas.
Uno de los desafíos en el diseño del
edificio, según Kimmel Eshkolot, fue crear un lugar para guardar las
colecciones destinadas a la investigación con las condiciones climáticas
adecuadas. El resultado es una estructura de madera en forma de arca.
En los laboratorios e instalaciones para
investigación, científicos internacionales estudiarán muestras del mundo
natural para entender mejor el comportamiento de los ecosistemas y su
conservación.
El museo también incluye galerías de
estudio para talleres y otras actividades, un auditorio y, en un futuro
próximo, una tienda y un restaurante. Los fines de semana y festivos los
visitantes podrán atender a talleres de investigación y artesanales,
proyecciones de películas en el auditorio y otros eventos.