El testimonio de Shani Goren, la joven israelo-uruguaya que volvió del cautiverio en Gaza

20/Jun/2024

Semanario Hebreo Jai- por Ana Jerozolimski

Semanario Hebreo Jai- por Ana Jerozolimski

El 7 de octubre del 2023, cambió la vida de Shani Goren, una joven de 27 años del kibutz Nir Oz ubicado a 2.5 kms de la frontera con la Franja de Gaza. Siempre había vivido con cierto temor por los cohetes lanzados desde el otro lado de la valla y también se le había pasado por la mente que terroristas lograran infiltrarse. Pero el horror que se vivió ese sábado en el lugar, al irrumpir cientos de terroristas armados que asesinaron y secuestraron a más de la cuarta parte de Nir Oz, no era algo que había concebido podría ocurrir. Recuerda con gratitud el papel cumplido por Uruguay y el Comité Central Israelita en su liberación. En la foto: Shani junto a su amiga Arbel que aun continúa en Gaza.

Shani Goren fue una de las secuestradas y llevadas a Gaza. En noviembre, en la última tanda de liberación de civiles en el marco del alto el fuego pactado, recuperó su libertad y volvió a Israel. Pero aún no ha recuperado realmente su vida normal. “No puedo volver a ninguna rutina sabiendo todos los que ya no están y que hay tantos secuestrados aún en Gaza, incluyendo amigos muy cercanos que fueron siempre parte de mi vida”, nos dice Shani en su casa temporaria en el barrio Karmei Gat de Kiriat Gat adonde se ha mudado la mayor parte de los sobrevivientes del kibutz Nir Oz.

El caso de Shani tuvo mucha repercusión en Uruguay ya que recibió ciudadanía legal uruguaya, en ausencia, a la que tenía derecho por ser nieta de uruguayos. Sus abuelos llegaron de Montevideo a Israel décadas atrás y su mamá ya nació en Israel. Shani agradece emocionada Uruguay por el esfuerzo que hizo, teniendo claro que la intención era tratar de ayudar a que sea liberada. Esa parte de la entrevista saldrá en la próxima entrega, ya que por la extensión, tenemos que dividirla en dos partes.

Cabe señalar que la entrevista la realizamos hace ya varios días. La semana pasada, al confirmarse la muerte de otros cuatro miembros de su kibutz, Shani no hallaba las palabras para describir los duros sentimientos que se albergan en un momento así. “Es muy difícil, muy duro perder la esperanza”, nos dijo al informarse que Dolev Yehud, hermano de su gran amiga Arbel-que sigue secuestrada- no estaba secuestrado tal cual se suponía sino que fue asesinado el 7 de octubre. Su cuerpo fue identificado en el kibutz. Pensar que estaba en Gaza era difícil, pero al menos dejaba lugar a la esperanza que volviera . Ahora, ya no.

Y horas más tarde, se confirmó oficialmente que tres de los hombres mayores del kibutz que se contaban entre los secuestrados, murieron en cautiverio: Amiram Cooper, Yoram Metzger y Haim Peri.

Este es su testimonio.

P:Shani, quisiera empezar por el final…¿cómo estás hoy?

R: En espera, esperando que todos regresen. En serio…no se puede seguir con la vida mientras ellos estén ahí, ese es el problema, es como si todavía estuviéramos estancados en el 7 de octubre. Yo he vuelto pero creo que no podré completar mi proceso de liberación antes de que todos regresen.

P: Me imagino que en el diario vivir, físicamente, estás mejor, pero emocionalmente eso es muy relativo.

R: Claro. Es más difícil saber que estás aquí y que hay otros amigos allí, entre ellas mi mejor amiga Arbel Yehud. Para los jóvenes, en principio, hay más probabilidades creo yo, de resistir tanto tiempo en esas condiciones, pero los adultos mayores, gente con problemas de salud…es muy complejo.

P: Tienes allí amigos muy cercanos…

R: Así es…ya mencioné a Arbel, también David Cunio y su hermano Ariel, Sasha Trupanov…Son mis mejores amigos. Con Ariel y Arbel yo estaba todo el día…así que de repente no sólo estar sin ellos sino saber en qué condiciones están, es insostenible.

P: Estimo que cuando fuiste liberada no imaginaste que pasaría tanto tiempo y ellos seguirían allí.

R: Exacto. Espero que alguien se despierte ahí en el gobierno y pacte un acuerdo, para que los veamos de vuelta en casa a todos.

P: Me pregunto a veces si las protestas de los familiares de los secuestrados, acusando al gobierno de que no haya acuerdo, no fortalecen a Hamas en sus exigencias. Pero no lo digo con ánimo de juzgar a las familias ya que la pesadilla que viven es indescriptible.

P: Entiendo lo que dices, pero creo que no hay que confundir entre las manifestaciones de los familiares y las de la calle Kaplan en Tel Aviv contra el Primer Ministro. De todos modos él es quien está al frente de todo, eso es indudable.

P: Tú y los demás que fueron liberados del cautiverio ¿sienten que a quienes están aún en Gaza se les está terminando el tiempo?

R: Creo que ya el 7 de octubre se estaba acabando el tiempo. Primero hay que devolver a los secuestrados y luego pelear contra quien hay que pelear.  Si no, estarán allí años.Cada vez se confirma de otros secuestrados que estaban con vida y que ahora resulta que se sabe que están muertos. Así fue con Elad Katzir que se sabe que estuvo vivo en cautiverio. Quizás si los hubieran devuelto antes, estaría vivo. Y tantos más…

P: Ahora recién se confirmó la muerte de otros tres miembros de Nir Oz, tres hombres de edad , y uno de Nirim….cuatro muertos confirmados en un día.

R: Así es, se rompe el corazón.

P: Y uno piensa qué pueden estar pasando las jovencitas secuestradas, en todo sentido…da miedo hasta decirlo. No sé si alguna madre tiene alguna vez el pensamiento que quizás sería mejor que hayan muerto y no que sufran tanto todos los días desde hace meses.

R: No puedo comentar algo así, para nada. Yo creo que todo puede ser tratado, que se necesitará tiempo, pero hay que ocuparse de curar todas las heridas, en todo aspecto. Tienen que volver y aquí empezará otra nueva etapa, de recuperación.

Vivir con el miedo de fondo

P: Cuando aún estabas secuestrada hablé con Shira, tu hermana. Me dijo que siempre tuviste miedo por la situación ¿verdad?

R: Es cierto. Siempre tuve miedo por los disparos de cohetes del otro lado, con mayor o menor intensidad, según las épocas. Pero pensé que había un ejército fuerte, había mujeres soldados observado detenidamente todo lo que ocurría en la frontera para alertar a tiempo.  Nunca pensé que podía pasar algo así, tal magnitud de horror.En mis mayores pesadillas pensaba que quizás lograrían infiltrarse a Israel diez terroristas, no lo que pasó el 7 de octubre.

La concreción de una pesadilla impensada

P: ¿Qué hiciste entonces esa mañana cuando empezó a sonar la alarma?

R: Apenas empezaron las alarmas hablé con mi hermano Amit y me dijo que vaya corriendo a lo de Arbel y Ariel o a lo de Shira. En el kibutz, de mi familia, estábamos sólo mi hermana Shira, mi padre y yo, cada uno en su casa.En ese momento no sabíamos qué estaba por pasar, pensamos que eran sólo los cohetes. Ni por un momento imaginamos que habría una infiltración de terroristas como la que hubo. Tenía miedo, como siempre, pero no de algo así. Nadie imaginaba que el ejército durante horas estaría ausente . En Nir Oz, todos los que quedaron con vida se salvaron solos, nadie nos rescató. Los terroristas estuvieron horas en el kibutz sin que llegue ni un soldado, desde las 06.45 hasta más o menos las 14 horas.

P: ¿Te diste cuenta de lo que estaba ocurriendo recién cuando entraron a tu casa?

R: No ya antes pr los mensajes de otros en el grupo de whatsapp del kibutz. Uno ponía que hay terroristas adentro, otros decían lo mismo…En determinado momento dejé de mirar los mensajes porque entendí que eso me estresaba más todavía. Ya tenía claro que había  terroristas en el kibutz. Hablé por teléfono con Nofar, la novia de mi hermano Amit, durante dos horas.  Cuando entraron a mi casa, estaba con ella en el teléfono. Primero tiraron una granada que por suerte no explotó. Oí silencio al principio, no entendía, como si estuvieran esperando algo.Yo estaba en el cuarto seguro, en la cama, en ropa interior. No me imaginaba todavía la cantidad de terroristas que habían entrado.

P: ¿Cuántos entraron a tu casa?

R: Eran cinco terroristas armados. Se paraban alrededor de la cama .Uno de ellos me hacía una señal con los brazos como indicando que soy prisionera de ellos. Al principio no entendía qué era esa señal así que cada vez que me resistía, las armas me apuntaban.

P: Entiendo que como en tantos otros lados, entraron fácilmente al cuarto seguro…

R: Así es .A las 10.45.  Quedó claro que la cerradura no estaba destinada a proteger de algo así sino de esquirlas de cohetes. Así que entraron, gritaban en árabe. Uno de ellos me tiró de una silla un pantalón. Y uno me arrancó el teléfono de la mano apenas entró y se lo puso en el bolsillo, así que Nofar escuchó todo, pero no grabó porque se dijo que no quería que eso quede registrado como la última conversación.Ese terrorista me sacó de la casa y mientras salía vi que otros 10 destruían todo en la casa, tiraban todo al piso, rompían y robaban. Y cuando salí, a eso de las 11 de la mañana, vi el cielo absolutamente negro. Vi que la casa de Shir, una amiga, estaba abierta y grité pero nadie podía ayudar. Y los terroristas eran cientos, por todos lados.Vi que a las dos casas al lado de la mía no entraron. Y al salir, me llevaron a recorrer el kibutz.

P: ¿A qué te refieres? ¿Para que veas el daño?

R: Claro, era evidente. En determinado momento me encontré con Doron Katz Asher con sus dos hijas pequeñas y su mamá Efrat (z”l).

P: Cada nombre es una tragedia. Doron fue secuestrada con sus dos hijas chiquitas, perdió a su madre , que era la compañera de Gadi Mozes, que aún sigue secuestrado.

R: Así es.Así que me juntaron con ellas. Y todo el tiempo veíamos a los terroristas por todos lados, en sus motos, sonrientes.Parecía que estaban buscando por dónde salir. Llegamos a un punto que era como un sitio donde se concentraban.Y nos pasaron a otro vehículo, una especie de carreta. Y llegó Naamit Dekel-Chen que luego logró salvarse haciéndose la muerta. Y después trajeron a David Cunio con una de las mellizas y poco después su esposa Sharon con la otra, los habían separado. os cubrieron y empezamos el camino en esa especie de tractor chico, algo así, hacia Gaza. Cuando estábamos a unos 150 metros de la valla, quizás un poco más, apareció un helicóptero. Parece que le habían dado la orden de derribar todos los vehículos que vieran en camino a Gaza. Pero su intención era matar terroristas, no sabían que había secuestrados. Digo con cinismo que por suerte hicieron mal el trabajo, ya que si bien sí mataron a todos los terroristas, menos uno, todos nosotros nos salvamos, menos Efrat Katz. Pero todos recibimos esquirlas, hasta ahora lo estoy tratando. Naamit parecía llena de esquirlas, pensamos que había muerto. Eso, finalmente, la salvó y pudo volver después al kibutz. Quisimos empezar a correr  y entendimos que Naamit estaba por morir. Nos dijo que digamos a sus hijos que los ama. Tiene en el kibutz a su hija Ofir y tenía a Saguí, que ahora está también secuestrado.

P: ¿Sabes cómo fue su regreso?

R: Fue, muy mal herida, a la casa de su hija. Ofir no quería abrir por nada, pensó que eran terroristas, y al final su esposo Yosi abrió y la vio a ella, la atendió y luego la evacuaron al hospital.

P: Increíble que después de 170 proyectiles ustedes se hayan salvado.

R: Es un milagro que todos nos salvamos, salvo Efrat. Y evidentemente, no culpo a los pilotos por las heridas. Trataron de matar a los terroristas y no sabían que estábamos nosotros allí. Finalmente tras estar un tiempo solos, sin saber exactamente qué hacer, heridos, llegaron otros terroristas y nos llevaron. Era un vehículo en el que llevaban muchas cosas que habían robado del kibutz. Nos vieron y nos llevaron también a nosotros. Tuvieron que tirar algunas cosas para que podamos entrar. Y en el camino veíamos numerosos cuerpos sin vida , vimos que no había valla separatoria…no entendíamos qué estaba pasando.

La llegada a Gaza

P: ¿Cómo fue la entrada a territorio de la Franja de Gaza?

R: Lo más fuerte fue ver a toda la gente feliz, civiles, gritando “Alá hu-Akbar”, celebrando que nos habían llevado a Gaza.

P: Y era evidente que ustedes eran civiles…y que había allí cuatro niñas chicas.

R: Por supuesto.Yo recibí golpes en la espalda, muy fuertes.Y estaba claro que los cientos que nos rodeaban eran civiles, que celebraban lo que estaba pasando. Nos pasaron a otro coche más chico. Sharon recuerda que la gente se colgaba también como junto a las ventanas.

P: Cuando veías a los civiles, población de Gaza ¿sentías que se trata de geמte oprimida por Hamas?

R: No, para nada, estaban felices cuando los terroristas volvían trayendo secuestrados.No parecía que había ningún tipo de caos. Nos llevaron a una especie de comandancia y sentíamos claramente que gente quería entrar para atacarnos y lastimarnos. No los dejaron.

P: Porque ustedes eran una carta para ellos.

R: Claro. El terrorista que me había llevado quería que yo abra el teléfono para ver la contraseña y ahí vi que eran las 14 hs. Volviendo a los civiles, además de lo que vimos en Gaza, vi a muchos civiles de Gaza que entraron al kibutz.

P: Me dijo Izhar Lifshitz, cuyo padre Oded sigue secuestrado, que le consta que civiles también asesinaron.

R: No lo sé. Pero vi muchos civiles, eso seguro. Y volviendo a Gaza, cuando nos introdujeron a ese lugar, nos vistieron como árabes. Querían separarme a mí y rogamos que no, que me dejen con Doron para ayudarla con las chiquitas, y además una de las niñas estaba herida, y al final así fue.Y a David y Sharon Cunio se los llevaron a otro lado.

P: ¿Y a ustedes?

R: A una casa, civil. Parece que era la casa de uno de Hamas. La madre y las hijas eran las guardias. Estábamos en una habitación cerrada, en la que había una alfombra, una mesa y sofás.Estábamos encerradas allí, teníamos prohibido mirar por las ventanas.Estuvimos allí dos semanas. El 23 de octubre a las 5.30 de la mañana nos despertaron, que había que salir rápido porque había alerta que iban a bombardear la casa. Y de allí fuimos caminando al hospital de Nasser de Khan Yunes. Allí entramos a un cuarto y vimos a unas personas con mantas en la cabeza, pensamos que eran refugiados, pero ahí descubrimos que estábamos con Ruti, Keren y Ohad Munder.

P: Tres generaciones. ¿Sabía qué pasaba con Abraham, el esposo de Ruti?

R: No. Recordemos que además,Roí, el hermano de Keren, fue asesinado el 7 de octubre.Se enteraron de eso en Gaza en una oportunidad que escucharon radio israelí.Te cuento que unas horas después de llegar allí, pedí para ir al baño, había que tocar la puerta y a veces teníamos que esperar horas. Fui con Ruti y vi de repente un niño caminando, sostenido por dos hombres. Le dije a Ruti “es Eitán”.

P: Eitán Yahalómi, que contaste estuvo contigo.¿Cómo sabías? No se le veía la cara.

R: No sé, sentí que era él. Cuando regresamos del baño, Eitán estaba parado afuera de la puerta, le di un abrazo y enseguida entendí que él no sabía quién soy, porque yo estaba cubierta. Así que me quité el velo, vio que era yo y desde ahí él quedó un poco con nosotras pero después se lo llevaron. Estuvo solo y lo obligaron a mirar los videos del horror. Estuvo solo dos semanas. Yo lloraba horrible, pedí estar con Eitán, después Eitán dijo que no me preocupe, que está con Erez Calderón, otro de los jovencitos. Al final trajeron a ambos a que estén con nosotras.En determinado momento llegamos a ser 10 en la pieza porque trajeron también a Yáfa Adár.

P: Aparte del horror de estar secuestrados, habrá sido muy difícil maniobrar , diez personas de edades tan distintas en una pieza. Entre una niña de dos años y medio y una mujer de 85 y varias edades diversas en el medio.

R: Claro. El tema del baño por ejemplo, era un problema. Teníamos que tocar la puerta, podía llevar 5 minutos o 3 horas. Las niñas orinaban en la bsura, los niños en una botella.La comida era muy poca,compartíamos, y cada vez era menos.

P: Cuando fue liberado Eitán Yahalómi contó de ti, dijo que Shaní lo ayudó y le dio de su comida. También cuidaste a las hijas de Dorón Katz y a Erez.

R: Así es, era un poco como hacer de madre. Creo que eso me ayudó mucho, me ayudó a mantenerme cuerda porque sabía que tenía una responsabilidad. Creo que si hubiera estado sola habría tenido mucho más miedo todavía. Y como tenía que ayudar a las chiquitas, no podía permitirme paralizarme con miedos.

P: ¿Cómo era el contacto con los terroristas? ¿Quién les llevaba la comida?

R: Más que nada sobre las cosas concretas, el baño, la comida, cosas así.

P:¿No hubo ocasión de alguna conversación más a fondo?

R: No. Estuvimos en esa casa hasta el 23 de noviembre, cuando empezó el alto el fuego. Nos dijeron a Eitán, Erez y a mí que nos pasamos a otra habitación con Karina Engel, Sharon y David Cunio y las mellizas. Estuvimos unos tres días juntos.

P: ¿Karina sabía qué había pasado con su esposo Ronen? Tiempo después se le dio por muerto.

R: No, ella tenía alguna teoría de qué le había pasado pero no hablamos de eso a fondo.

P: Al principio se le dio por secuestrado pero luego se confirmó que había sido asesinado el 7 de octubre.

R: Así es.

De cara a la liberación

P: Y comenzaron los movimientos por las tandas de liberación. Tú estuviste en la última.

R: Así es. Después de estar unos tres días con Karina, nos trasladaron a Erez Calderón y a mí a otra pieza. Dos días después nos pasaron a Erez y a  mí al cuarto de Ada Saguí y de Merav.

P: ¿Merav Tal, la compañera de Yair Yaakov, conocido como Yaya?

R: Así es.

P: Cuando viajé a La Haya acompañando a la delegación de los familiares de los secuestrados y de los cautivos liberados, la vi, traté de entrevistarla, me dijo que combinaríamos después. Y muy poco después de volver, se publicó que Yaya estaba muerto. Se le cayó el mundo. Y estaban secuestrados también los dos hijos de Yaya, de su primer matrimonio, liberados en noviembre.

R: Fue muy duro sin duda. Volviendo a los cambios, estuve con Liat Atzili y con Ilana Gritzewski.

P: Ilana, mexicana-israelí. Liat, que tiene familia uruguaya, fue liberada y al día siguiente se confirmó que su esposo Aviv, que se pensó estaba secuestrado también, había sido asesinado el 7 de octubre y se hallaron sus restos. Terrible.

R: Así es.Pues nos dijeron que nos liberaban, nos indicaron qué hacer, cómo actuar, subimos a un auto, pero el que manejaba dijo que no vamos a casa. Estuvimos en un túnel con Sapir Cohen, que yo sabía que estaba secuestrada.

P: La novia de Sasha Trupanov, que sigue en Gaza.

R: Así es. Aparte te diré que se llevaron a David Cunio con los demás hombres. Alcancé a ver a Ofer Calderón, el papá de Erez, que ahora sigue allí. También con Eitán Mor.Finalmente, salimos. El viaje fue muy complejo, con muchos imprevistos, llevó muchas horas, llegamos a territorio israelí no antes de medianoche.

P: Y al día siguiente, a las 6.15 de la mañana,Hamas disparó y violó el alto el fuego.Saliste a último momento.

R: Así es. Por suerte, se ve que por la hora, no sé, estábamos solos, o sea los terroristas que nos llevaban, la Cruz Roja y nosotros, no es que había multitud de civiles alrededor, que era algo que daba mucho miedo y que hubo en todos los demás casos.

P:Estuviste sólo una noche en un túnel. ¿Cómo lo describirías?

R: Un miedo terrible. El solo pensar que es la Gaza subterránea, me parecía una locura. Pero para mí fue sólo una noche y salí a casa.

El regreso a Israel

P: ¿Cómo fue llegar a Israel? Me imagino que lo primero que costaba era pensar quién habría muerto, quién no está…aunque al menos sabías que tu mamá y tu hermano Amit no estaban en el kibutz el día del ataque.

R: Así es. Amit me estaba esperando en la base de Hatzerim y me dijo que la familia estaban todos bien. Pregunté muchas cosas. Sabía de algunas cosas que habían pasado, en parte por los videos que habían obligado a Eitán mirar. Sabía del asesinato de la familia Siman Tov-Kedem.

P: La pareja y tres hijos chicos…terrible, quemados en la pieza de seguridad.

R: Así es. Fui enterándome de otras cosas.Al principio pensaba que de Nir Oz habían sobrevivido 150 de toda la comunidad de unas 415 miembros. Pero fue al revés..

P: O sea 117 muertos o secuestrados…

R: Así es.Pero pregunté sobre mi gran amiga Arbel y no sabían qué decirme. Sigue en Gaza.

Terrorismo en Gaza

P: Ya contaste de los videos que los terroristas obligaron a Eitán Yahalómi mirar. ¿Hubo otras pruebas de terrorismo sicológico?

R: Nos decían que Netanyahu no quiere salvarnos, que sólo le interesan las reformas que estaba planeando. Sé de casos mucho peores, de otros secuestrados que pasaron cosas terribles.

P: ¿Qué es lo que te daba más miedo?

R: Que nos linchen civiles y que muramos en un ataque de la Fuerza Aérea dirigido a los terroristas.El tema de los linchamientos era terrible porque se oía a la multitud, trataban de entrar al hospital, era aterrador.Estaba claro que los civiles de Gaza eran peligrosos para nosotros.

P: ¿Cuál era la peor pesadilla?

R: Que nos quedemos allí. Que nos maten. Que nos quedemos atrapados allí sin volver nunca a nuestros seres queridos.

P: Me imagino la pesadilla que habrá vivido Eitán Yahalómi tanto por lo que le hicieron como por lo que él había pasado.

R: Por supuesto. Recuerdo que tenía los ojos enromes , como asustado. Su padre sigue secuestrado. Y él no sabía qué había pasado con su mamá  y sus hermanas.

P: Esa fue una historia impresionante.

R: Así es.Las habían secuestrado también a ellas, en otra moto, de repente hubo un disparo , la moto se cayó y la madre logró escapar. Eitán pensó que el padre estaba muerto porque lo había visto herido en la casa, no sabía que estaba secuestrado. Y me preguntaba todas las mañana si seremos como Guilad Shalit que estuvo 5 años secuestrado. Le dije que no,porque nosotros somos civiles. En muchos casos, como sabemos, eso no cambió nada y muchos civiles siguen secuestrados.

P: ¿Los terroristas les decían algo sobre lo que habían hecho?

R: Sí, decían que ya no existe Nir Oz . Y les creí, porque yo había visto la destrucción. Lo  vi con mis propios ojos, estaba segura que todos estaban muertos.

Shani Goren, entre la libertad y la preocupación

Shani Goren fue liberada del cautiverio en Gaza el 30 de noviembre del 2023, en la séptima y última tanda  concretada en el marco del alto el fuego con la organización terrorista Hamas. Horas después, Hamas violó la tregua y desde entonces no se logra pactar un nuevo acuerdo que haga posible recuperar a todos los demás secuestrados que aún están en Gaza. Entre ellos, los mejores amigos de Shani, lo cual sumado a la angustia por lo vivido, a pesar del alivio de haber vuelto y haberse reencontrado con su familia, significa que ella no puede volver realmente a su vida anterior.

Esta es la segunda y última entrega de la conversación con Shani en su nueva casa en Kiriat Gat, sin olvidar su kibutz Nir Oz, desde donde fue secuestrada, pero donde no quiso realizar esta entrevista.

En su remera, la triste verdad: uno de cada cuatro habitantes de Nir Oz fue asesinado o secuestrado

P: Shani ¿cuándo estuviste en Nir Oz por primera vez después de volver?

R: Dos o tres semanas después de volver fui a ver mi casa. Me quedé 5 minutos y me fui. Me temblaban las piernas. Fui a la casa de misa amigos Arbel Yehud y Ariel Cunio, para confirmar con mis propios ojos lo que se había dicho, que no había señales de violencia ni sangre. Luego volví a mi casa para ver si quería llevarme algo, pero en realidad no demasiado. Había visto ya el video que mi hermana Shira filmó allí después de mi secuestro.

P: Ella me lo mandó. Estremecedor. Filma y llora.

R: Así es.

P: ¿Volverás a Nir Oz?

R: No. Ya antes tenía miedo y ahora imagínate, después de lo que pasó. No importa lo que me digan del ejército. Después de lo ocurrido, no puedo tener confianza. ¿Cómo puedo concebir volver, después de la sensación de abandono que sentí, si mis amigos secuestrados ni siquiera han vuelto todavía?

P: ¿ Y adónde irás? En realidad, quizás es prematura esta pregunta.

R: Querré ir adonde vaya la comunidad, pero a Nir Oz me cuesta concebirlo ahora. Es que el kibutz, dondequiera que uno pise ahora, es un monumento. Aquí murió alguien, allí fue secuestrado aquí…es como vivir dentro de un recordatorio. Claro que si uno llega allí siente que es su hogar, porque eso es Nir Oz. Crecí allí y nunca en mi vida pensé en vivir en otro lugar.

P: Después de una tragedia como la que has vivido  ¿cómo se maniobra entre el mensaje de que “no nos vencerán” y lo que acabas de describir, tan comprensible de no querer vivir en un triste monumento?

R: Para mí está clarísimo. Mientras los secuestrados sigan en Gaza, no se puede hablar de victorias. No habrá victoria hasta que todos vuelvan. Punto. No se puede matar a Hamas. Mataremos a Sinwar y surgirá otro peor . De todos modos, que primero regresen y luego podemos pensar en el futuro. Y quiero decir que está claro que el ejército, que ese 7 de octubre nos abandonó en Nir Oz, está haciendo un trabajo sagrado. Pero hay quien es responsable de todo lo que pasa , que debería haber sabido lo que iba a pasar. Y de todos modos, lo central, es que hay que recuperar a todos.

P: Shani, una pregunta difícil…Si gran parte de los secuestrados son recuperados cuando ya no estén con vida ¿igual podremos volver a la normalidad?

R: Espero que los que sabemos que están vivos regresen con vida. Si traen sólo cuerpos, no hicimos nada.  Pero no tengo conocimiento de qué pasa, quiero pensar positivo y mantenerme optimista .Quiero que todos vuelvan bien.

Israel, el kibutz, entre decepción y fe

P: El 7 de octubre marcó por supuesto algo sin precedentes . Dejó una marca para siempre ¿no?

R: Ya no es como antes. Claro que también antes era insoportable en el sentido que sabíamos que tenían los misiles y nos disparaban. Pero cuando terminaba una tanda de ataques, volvíamos a la rutina como si nada hubiera pasado. Y así sucesivamente. Pero esos ataques comenzaron hace más de 20 años. Me imagino que si no hubiera nacido allí no habría ido a vivir en un lugar así. Pero es que era 95% paraíso y 5% infierno…

P: Como todos dicen…

R: Así es.Es que Nir Oz era un lugar increíble, deslumbrante, divertido para crecer, una gran comunidad, un buen vecindario para crecer con la gente que uno quiere y es parte de tu vida. Pero yo no creo que pueda volver. No creo que la mayoría de la comunidad vuelva a Nir Oz.Antes, aunque tenía miedo, me convencí que al final habría paz. Y todo me estalló en la cara.

P: En medio de tanto dolor y cosas aún por sanar ¿puedes aferrarte también de buenos recuerdos de lo que amabas en Nir Oz? Y en Israel en general, aunque ahora te cueste aún lidiar con lo sufrido ese día y la sensación de abandono que sufrieron ese 7 de octubre…

R: Amaba mucho a nuestro país, también amaba el kibutz donde crecí, era mi hogar y seguirá siendo mi hogar, pero no en el mismo lugar. Físicamente será difícil volver, pero siempre será mi kibutz.

P: ¿Hay algo que te consuela, aún en medio de tanta dificultad por lo vivido, cuando miras lo que pasa en Israel, lo que hace la gente?

R: Por supuesto. Amo a Israel, estoy feliz de ver cómo la gente ayuda, cómo todos apoyan y participan en la lucha para recuperar a todos, cómo todos hicieron tanto también cuando yo aún no había vuelto. Es muy reconfortante. Pero eso es el pueblo en mi opinión, es lo principal. El pueblo de Israel es maravilloso y en las situaciones adversas siempre muestra su fuerza especial.

Se perdió la fe en la paz

P: Shani, algo que era bastante característico de mucha gente en la zona atacada, seguro también en Nir Oz, era la visión a favor de la convivencia pacífica con los vecinos palestinos del otro lado de la frontera.  No sé cómo lo veías tú, pero había mucha gente en tu kibutz con ese encare.

R: Es cierto. En Nir Oz había inclusive gente que trasladaba desde la frontera a palestinos que iban a hospitales en Israel, para ayudarlos. Creíamos que era posible vivir en este complejo barrio con Gaza. Pero ya no. Ahora, en lo que a mí respecta, nadie allí es inocente.

P: ¿Viste personalmente situaciones que te hicieron pensar que el problema no son sólo los terroristas?

R: Por supuesto. Vi de lo que son capaces. Pero no quiero hablar de los vecinos. Hay muchas cosas duras para decir.

Y en primera persona

P: ¿Es muy diferente la Shani de hoy y la del 7 de octubre?

R: Vaya, qué pregunta difícil…No estoy muy segura. Creo que lo central es que ahora soy consciente de que puedo pasar situaciones muy difíciles.

P: Me parece muy interesante que hayas contestado desde el punto de vista positivo, de qué eres capaz.

R: Debo tratar de mantener un encare positivo.

P: O sea …¿te refieres a que descubriste tus fortalezas? Te sorprendiste a ti misma…

R: Así es, mucho. Descubrí que tengo más fuerza de la que pensaba.

P: ¿Y cómo ha cambiado tu vida?

R: No puedo realmente sentir que regresé mientras mis amigos y todos los demás sigan en Gaza. El proceso de reinserción no puede completarse mientras gente tan querida siga en Gaza. Es como si parte de mí aún estuviera allí.

P: ¿Has iniciado algún tipo de proceso de rehabilitación, por más que sea sólo parcial mientras los demás no vuelvan?

R: Sí, comencé tratamiento psicológico. Pero realmente siento que no puedo reconciliarme con mi regreso mientras los demás no estén.

P: Pero ese tratamiento ¿te ayuda en algo en el día a día?

R: Sí, de a poco, sí.

El apoyo de Uruguay

 P: Shani, el drama que viviste se sintió en forma muy especial en Uruguay. Como nieta de uruguayos, tenías derecho a ciudadanía uruguaya. No la habías tramitado por circunstancias personales, pero surgió esa iniciativa después del secreto y muchos se movieron en la Embajada de Uruguay en Israel, en la Cancillería uruguaya, en la comunidad, para que eso se concrete. ¿Qué pensaste al enterarte de lo que había hecho Uruguay? Se pensaba, claro, que con ciudadanía no israelí sería más fácil sacarte de Gaza.

R: Siento un enorme agradecimiento a Uruguay. Algún día llegaré, lo sé. Ahora aún no estoy en situación de hacerlo. Pero lo haré, porque quiero darles las gracias. Cuando estuvo a visitarme aquí Roby Schindler, presidente del Comité Central Israelita de Uruguay me dijo que allí soy un personaje (risas). Así que realmente agradezco por todo. Quizás sí la ciudadanía uruguaya ayudó concretamente a lograr mi libertad. Sé que lo hicieron muy rápido, en pocos días, con evidente esfuerzo. Cuando volví fue muy emocionante saber que un país que es parte de mi familia pero en el que nunca estuve, un país que no me debe nada a mí personalmente, se esforzó tanto para hacer algo tan grande por mí.

P: ¿Qué era Uruguay para ti antes?

R: Escuché muchas veces historias de mi abuelo. Recuerdo que les gustaba mucho el mate. Me dieron a probar y recuerdo que no me pareció mal para nada.  Para mí, saber que de allí vinieron mis abuelos, ya era algo especial. Y saber que defendieron aunque mis abuelos, que fueron los nacidos en Uruguay, ya no están, fue algo muy emocionante.

P: Shani, te agradezco mucho por todo. Por tu tiempo y por aceptar hablar. Sé que no es fácil.

R: Gracias a ti.