Combatir el antisemitismo en Europa desde las Comunidades Judías

10/Jun/2024

Aurora- por Elías Levy Benarroch

Aurora- por Elías Levy Benarroch 

“Europa está sumida en la peor ola de antisemitismo desde la Segunda Guerra Mundial”. Así de tajante lo afirma la coordinadora de la Comisión Europea para la Lucha contra el Antisemitismo, Katharina von Schnurbein. A diferencia de otros muchos dirigentes de la UE y de los países que la forman, para ella no hay matices. Lo que hay es lo que es, y lo que es, es lo que hay: “¡Antisemitismo!”.

En una entrevista con Aurora en Amsterdam, durante la Conferencia Anual de la European Jewish Association (EJA) esta semana, la alta funcionaria fue tajante en su visión del problema, y es la de que la Europa democrática “solo puede prosperar si su comunidad judía prospera también”, por lo que “tenemos que afrontar el antisemitismo ya. ¡Es inaceptable que ciudadanos europeos se sientan inseguros!». Un eslogan que a todos en la UE parece convencer, pero por el que pocos están dispuestos a alzar la voz. No desde el 7 de octubre.

Von Schnurbein fue la oradora destacada de un encuentro que reunió a más de cien dirigentes de comunidades judías por todo el territorio europeo, con el objetivo, por primera vez, de abordar medidas prácticas contra el antisemitismo rampante y empezar a alzar la voz ante gobiernos e instituciones internacionales. Bajo el eslógan de “Luchando por nuestro futuro”, la EJA, una asociación que se ha erigido en la “voz judía” en Europa, considera que es el momento de quitarse los guantes y empezar a exigir derechos como ciudadanos europeos.

“Todo judío quiere vivir con seguridad y en paz. La situación en Europa es que el antisemitismo crece y crece, mientras los gobiernos europeos hacen demasiado poco por sus comunidades judías. Si la situación continúa así, y no tenemos una respuesta clara de parte de los gobiernos, más y más judíos irán abandonando el continente”, explicó a Aurora el rabino Menahem Margolin, presidente de la Asociación, quien no ve “ninguna voluntad de luchar contra el antisemitismo” en los países pese a que en muchos de ellos hay leyes para este fin.

UN FRENTE COMÚN DE LUCHA

La EJA, la más activa de las organizaciones judías internacionales en los últimos años, ha comenzado a organizar un frente común que, como primera medida, ha publicado una carta aprobada por los miembros de la Conferencia en la que instan a una larga serie de medidas a nivel político, legal, policial y social para frenar la ola de antisemitismo en todos los ámbitos. La declaración está siendo entregada estos días a todos los gobiernos europeos.

También trata de encender las alarmas en la cúpula de la Unión Europea, advirtiendo de las posiciones antisraelíes y antisemitas de su alto representante de Política Exterior, el español Josep Borrell, que se ha manifestado estos últimos ocho meses con una agresividad diplomática y política inusual dentro de ese organismo, pese a las posturas notoriamente discordantes de órganos superiores y de muchos estados miembros: “Especialmente después del 7 de octubre, Borrell demuestra un claro y repetido sesgo antiisraelí que contribuye significativamente al aumento del antisemitismo y a la difamación de Israel en la esfera pública europea”, aseguró la EJA en un comunicado.

En su declaración final, los líderes europeos hicieron un llamamiento a los gobiernos e instituciones de la Unión Europea para “establecer inmediatamente mecanismos de denuncia en línea para el acoso a judíos”, “formar a agentes de policía en cuestiones de antisemitismo”, “aplicar las leyes contra el antisemitismo en las universidades y procesar a los autores” y, sobre todo, “consagrar por ley los principios de la definición de antisemitismo de la IHRA”, la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto que, firmada por decenas de países, contiene una clara definición de lo que es el antisemitismo moderno y los límites de una crítica legítima a Israel. Entre ellos están los de no comparar las acciones de Israel con las del régimen nazi durante el Holocausto, no singularizar a Israel con una crítica que no han hecho a otros países, y no negarle el derecho al pueblo judío a la autodeterminación.

“DEL RÍO HASTA EL MAR”… ¡ES ANTISEMITISMO!

Unos límites que numerosos políticos europeos han trasgredido, día tras día, en declaraciones públicas en los últimos ocho meses, incitando al odio antisemita en las calles e instituciones educativas.

Preguntada a este respecto, Von Schnurbein explicó que el eslogan palestino “Del río hasta el mar”, asumido como suyo por grupos de la izquierda europea -radicales y menos radicales-, es claramente antisemita porque: “Significa que del río al mar no habría Estado de Israel en medio, y por lo tanto, según la IHRA niega el derecho a la existencia de Israel”.

Para esta alta funcionaria, encargada del seguimiento del odio hacia los judíos en la UE, el problema del antisemitismo es un asunto europeo y “no son los judíos los que tienen que luchar contra el antisemitismo”, sino que “la sociedad y los gobiernos deben hacerlo».

Pero dado que se trata de una declaración no vinculante, el uso de esas expresiones no es “ilegal” en la mayoría de los países (en Alemania, por ejemplo, sí lo es) por mucho que incurra en antisemitismo. La gravedad del fenómeno impulsa a la EJA en su demanda de ver incluidos los principios de esta declaración dentro de los códigos jurídicos de los países firmantes.

Mientras, la Asociación judía, que reúne a cientos de comunidades bajo un mismo paraguas, ha levantado el estandarte para llevar la batalla al otro campo, ofreciendo asesoramiento y formación a sus líderes y se plantea, si es necesario, también el posible inicio de acciones legales.

En la conferencia, su presidente Margolin expuso una gran preocupación por la continuidad de la vida judía en Europa, y exhortó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a estar preparado para un flujo continuo de migrantes judíos desde el Viejo Continente.