El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, hablaron ayer sobre la opción de relanzar el proceso de paz de Medio Oriente y comentaron la agitación que vive la región, dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
El Festival de cine de Berlín privilegia el contenido “político y social” de las películas que selecciona, en opinión de la prensa especializada, lo que puede permitir que un director iraní exprese a un diario israelí el aprecio hacia el cine hebreo.
El 2011 habrá de marcar un antes y un después para el mundo árabe y Medio Oriente. Las caídas de los presidentes de Túnez y de Egipto por revueltas populares parecen ser solo el comienzo de movimientos y manifestaciones que se multiplican, y que ponen en jaque a los gobiernos de Argelia, Jordania, Yemen y Arabia Saudita. Como una onda expansiva, pueden alcanzar también a Marruecos y Siria, y desestabilizar el autoritario gobierno iraní.
La necesidad y la desigualdad económicas, tanto como la represión política, incitaron las revoluciones egipcia y tunecina. Por supuesto, es de esperar que los nuevos gobiernos en estos países, y otros líderes árabes, se ocupen mejor de las motivos de queja de sus pueblos. Pero un simple cambio de gobierno no hará que los problemas económicos de estos países desaparezcan. De hecho, los efectos convergentes del crecimiento demográfico, el cambio climático y el agotamiento energético están preparando el terreno para una triple crisis inminente.
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