Los acontecimientos en Egipto han vuelto mucho más cauteloso al primer ministro Netanyahu. O sea: las negociaciones políticas entraron en un profundo congelamiento. Benjamín Netanyahu mira hoy Egipto y ve Turquía A y Turquía B. La primera es la Turquía de la revolución de Ataturk y sus continuadores, que llevaron una vida relativamente moderna y un liberalismo que dejaron de lado al islam. La segunda lugar Turquía es la de Tayyip Erdogan y el gobernante partido islamista. La primera siempre cultivó las relaciones con Israel. La segunda fue arrastrada a un estado de relaciones difícil, pero no rompió completamente los platos. Israel estaba dispuesto a firmar hoy un modelo egipcio como éstos, tres días después de la renuncia del presidente Mubarak.