El 9 julio de 1944 Raoul Wallenberg llegó a la embajada sueca en Budapest con la misión de salvar el mayor número posible de judíos destinados a los campos de la muerte.

El 9 julio de 1944 Raoul Wallenberg llegó a la embajada sueca en Budapest con la misión de salvar el mayor número posible de judíos destinados a los campos de la muerte.
La reanudación de las negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina, pueden ser la mayor prueba para Hillary Rodham Clinton, ya que consagrarían su legado como diplomática o pueden generar riesgo a sus ambiciones políticas.
Es improbable que el largo conflicto entre Israel y los palestinos, eje sobre el que gira una posible disminución del belicismo y el terror que desangran al Medio Oriente, se solucione con los acuerdos que acaban de anunciar en Washington. Sería cerrar los ojos a la realidad pensar que en un año pueda alcanzarse una convivencia pacífica después de casi un siglo de confrontaciones, que empezaron después de la primera guerra mundial y se multiplicaron desde la creación del Estado judío en 1947. Estados Unidos presiona por una solución. Pero aunque no llegue, necesita igualmente mostrar que está haciendo el esfuerzo. Es una forma de tratar de atenuar la hostilidad de gran parte del mundo islámico, en el que enfrenta la guerra en Afganistán, el incierto futuro de Irak y la eventual amenaza nuclear de Irán.
Muchos palestinos en la Margen Occidental y la Franja de Gaza tienen un sueño: trabajar o vivir en Israel. Algunos, incluso, dicen que están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero para obtener la ciudadanía israelí.