Se dice que en un país pequeño, el Canciller es más importante que el Ministro de Economía. Y durante su historia, Uruguay hizo honor a esa máxima, ubicando en esa cartera a algunas de las figuras de mayor relieve político. Sin embargo, en las dos administraciones del Frente Amplio el cargo ha estado rodeado de críticas, polémicas y hasta choques directos con el Presidente de turno. Un punto especial en esta deriva lo ha marcado la crisis en la relación de Uruguay con Israel, tradicional aliado e importante socio comercial del país. Dos aspectos han potenciado este “enfriamiento”. Primero el reconocimiento al Estado Palestino, y el cambio radical de política que este gobierno ha dado al abordaje que históricamente Uruguay tuvo en este tema. Segundo, y lo que mayor inquietud ha generado en la colectividad judía local, el notorio acercamiento al gobierno iraní, ante el cual Almagro se desempeñó como embajador.
